La variante Ómicron del coronavirus no será el fin de la pandemia, ya que su rápida propagación aumenta la probabilidad del surgimiento de una mutación más peligrosa, indicó Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, el laboratorio ruso que desarrolló la vacuna anticovid Sputnik V.
“No, [Ómicron] no nos ayudará a salir de una pandemia por la sencilla razón de que cuanto más se multiplique y más a menudo se transmita, más probable es que surjan nuevas cepas”, afirmó Guíntsburg en una entrevista con Interfax publicada este domingo.
Al respecto, el experto reiteró la importancia de la vacunación y se refirió al caso de Rusia. “Para evitar que esto ocurra, […] en seis meses tenemos que cubrir todo el país, el 75-80 por ciento con la vacuna Sputnik, que actualmente protege”, destacó Guíntsburg, agregando que de lo contrario, no hay garantía de que no aparezca otra cepa más peligrosa.
Asimismo, el director del Centro Gamaleya aseveró que los datos de laboratorio muestran la eficacia de la vacuna Sputnik V contra la cepa Ómicron. “Además, al menos según las declaraciones de algunos jefes médicos que he escuchado, no se han producido ingresos hospitalarios [de pacientes infectados con Ómicron] con la vacuna Sputnik, y en consecuencia tampoco muertes o casos graves”, añadió.
Esta semana, un estudio dirigido por un equipo conjunto de científicos del Instituto Spallanzani (Italia) y del Centro Gamaleya demostró que Sputnik V muestra una fuerte protección contra la variante Ómicron, con una actividad neutralizadora del virus que supera más de dos veces a la de Pfizer.
Por ahora, en Rusia han recibido la pauta completa de la vacuna 78 millones de personas, lo que constituye el 53 por ciento de la población del país.