Editorial

TANATOLOGIANDO – LAURA SALAMANCA L.

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

EL DUELO Y EL APEGO

 

Primero tendremos que identificar cuáles son los apegos que desencadenan un duelo normal o patológico y entre estas tenemos el apego como una conducta que hace que la persona conserve la proximidad respecto a otro individuo diferenciado o preferido. Las conductas de vinculación y apego son diferentes a las de alimentación y sexuales, aunque poseen una importancia similar en la vida humana.

Llevan al establecimiento de vínculos afectivos y de apego en un inicio entre niño y progenitor y mas tarde entre adultos. Estos patrones se van modificando por sistemas de conducta que al principio del desarrollo se van corrigiendo homeostáticamente. El mantenimiento del vinculo de apego es la principal fuente de seguridad en la infancia y una de las más fundamentales en la vida adulta y es que pueden contribuir a la supervivencia del individuo al mantenerlo en contacto con quienes le brindan cuidado, o sea protegen al individuo apegado.

Muchas de las emociones mas intensas surgen mientras las relaciones de apego, se forman, se mantienen, se desorganizan, se mueven etcétera.

Los patrones de vínculos afectivos adultos, dependen de la forma en la cuál las conductas de apego se organizan en la personalidad.

Cada perdida tiene varios significados que van desde explicaciones simples hasta la creación de mundos paralelos para darle sentido, para esto tenemos que saber cómo está construida cada persona y saber los efectos y consecuencias que se producen cuando escuchamos su historia de lo sucedido y nos damos cuenta que la realidad no es igual para todas ellas, varía en función de cómo le da sentido  ante un mismo acontecimiento cada persona, ya que cada una lo explicara, lo pensara y se comportará diferente, por lo que no tendremos que llegar a una verdad universal.

La amenaza por pérdida despierta ansiedad y la pérdida real genera pesadumbre y colera.

El proceso de duelo es un concepto que se refiere a un conjunto de procesos psicológicos, biológicos, y sociales que se dan a partir de la pérdida de una persona, relación, salud física o mental, actividad, animal u objeto con la que la persona en duelo esta significativamente relacionada.

En un inicio el duelo es natural y no se le puede considerar como una enfermedad, es una reacción normal y no implica llegar a una depresión, aunque tiene algunos síntomas parecidos, pero si el duelo no es elaborado adecuadamente puede complicarse y convertirse en un duelo patológico

La persona experimentará alteraciones en su estado de ánimo y cambios en su sensación de bienestar. Sin embargo, es necesario vivir el duelo y nadie mas lo podrá vivir por nosotros mismos y esto no quiere decir que la persona no continue planeando su vida y creando expectativas para su futuro y en otras ocasiones habrá personas que se detengan y decidan no hacer nada. La persona escoge aquello que para ella tiene más sentido en ese momento determinado de su vida. Finalmente, la persona decide escoger la forma de resolverlo, teniendo en cuenta los recursos que posee y las redes de apoyo que se encuentran a su alrededor y que pueda percibir, y no es nada recomendable interrumpir el proceso donde deberá desligarse de la persona u objeto que continúa existiendo en su mundo psíquico.

Cuando el duelo pertenece a un niño, según Melanie Klein, pasara de la negación a la idealización como factor defensivo. Es muy importante que no se comiencen a suprimir emociones dolorosas mediante la contracción de la musculatura y la inhibición de la respiración, ya que con el tiempo vendrá un entumecimiento y al ser adultos, su sensibilidad corporal estará seriamente disminuida, y así silenciando los mensajes dolorosos, esto se ira transformando en excitación emocional, en dolor físico, tensión y ansiedad, por lo que ayudemos a nuestros niños a expresar sus emociones cuando se presente un evento que pueda ser muy significativo para él.

Otra teoría es que quien sigue aferrado a la persona que se muere es porque existen asuntos inconclusos entre las dos personas, o incluso inhibir las emociones suscitadas por la pérdida y mantener presente a la persona en la fantasía.

 

Jamás te persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. Tus tiempos son tuyos. Recuerda que el peor enemigo del duelo es no quererse

Jorge Bucay

 

El duelo es algo bueno. Es la forma de ir a través de las transiciones de la vida

Rick Warren

 

 

lauhipnosis@gmail.com

 

   

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