Mariel Turrent
Padecimientos literarios y otras afecciones
Silencio
¡Te extraño tanto!
Camino dormida
por tu solitaria vereda
de risas desprovista
ausentes saludos
ritmo estático
Luego despierto
entre la gente
restañando ansiosa
el insoportable fluir rojo
(vanidades, preguntas…)
que anega todo
Corro nuevamente hacia ti
tregua quimérica
para perder los ruidos
en la verdura
junto a tu cuerpo de agua
Para escuchar solo
tu armonioso murmullo
al que contestan
mis palabras de tinta
entre las hojas húmedas