A MI ME GUSTA LA MUJER MONTAÑA
GUILLERMO ALMADA
A mí me gusta la mujer montaña.
La mujer cordillera.
Esa que hay que escalarla,
la que presenta desafíos.
La que en la cumbre se hace cóndor
y se eleva.
Y ahí te toca decidir
si te extasiás ante su vuelo majestuoso,
y la dejás libre a sus anchas,
o te bajás y volvés a ser pedestre,
pero sin ella…
A mí me gusta la mujer montaña
porque me gusta la magnitud
interior de su belleza.
Porque no me necesita,
pero me elige.
Porque no me pide que vaya,
pero me espera.
A mí me gusta la mujer montaña
por lo inmensa,
porque se yergue en su amor propio
y me supera,
porque no necesito estar a su costado
para amarla,
porque mi lugar está en su corazón,
y no a su vera.
