CARTA DE HIEL PARA RIMBAUD
GABRIEL AVILÉS
A PULSO DE TINTA
presagiodemar@gmail.com
Querido Rimbaud,
te escribo esta carta
para evocar el barco ebrio
que se desmorona en la arena de las palabras.
Tuyo soy desde tiempos inmemoriales
aún en es esta celda donde lo gris se confina en el agua
y el llanto se torna violeta por el hielo del desamor.
Llevo casi un año sin verte ni saber de ti.
El olvido empieza a ser intacto en mi corazón.
El destierro avasalla los versos más huraños,
sin embargo, la tristeza se aferra a ellos
con la inmoralidad de los sueños húmedos.
Este exilio despeja mi espíritu del caos
en el cual caí por tu árida seducción e hirientes besos,
besos agrietados por el vino y los excesos
que perpetuaron la insensatez del amor.
Me arrepiento de todas esas madrugadas
donde la sodomía se acurrucaba junto a nosotros,
pero es tarde, hoy, solo, fallezco en vilo
cual simbolismo errado
en la trasparencia de tus ojos,
perdidos en la tesitura del horizonte.