Editorial

Desfile de poetas II, premio Antonio Alatorre – Ernesto Adair Zepeda Villarreal

Desfile de poetas II, premio Antonio Alatorre

Ernesto Adair Zepeda Villarreal

Fb: Ediciones Ave Azul Twitter: @adairzv YT: Ediciones Ave Azul Ig: Adarkir

 

En este año se celebró el primer premio de poesía emergente Antonio Alatorre, a 100 años del natalicio del filólogo Jalisciense. Este certamen, como muchos otros en la literatura latinoamericana, se realizan por fuera de las instituciones oficiales, y normalmente al amparo del compromiso de los organizadores, quienes dedican sus propios recursos, tiempo y vida, para llevar a cabo estos proyectos. El proceso siguió como normalmente debe, y se alzó ganadora una joven poeta, que tiene una belleza estética y temática bajo ante la que da gusto “perder” debido a su aliento; y confío en que los demás participantes sientan lo mismo. De este proceso salió editado un pequeño libro bajo la coordinación de Andrea Reynoso Gutiérrez y apoyo de Cristina Meza, Luis de Loera y Miguel Asa. Además, se engalana con las ilustraciones de Paula Marguerite Goretti Hernández Pizano. La edición está formada en 76 pp, con el diseño editorial de Érik Marváz y con la impresión a cargo de la editorial Ex libris en julio.

En esta edición abre la poeta ganadora del certamen, Laura Izamar Velarde Garcilaso (Uffff), y se incluye a 19 poetas más que alcanzaron a notarse por el comité organizador; de los cuales, es un gusto de ser compañero de páginas. Además, de ella, con gusto nombro a los demás participantes: Jesús Sánchez Moreno, Adrián Alejandro Arenas Córdoba, Demian Adrián Oliva Gaspar, Ema Bolovinik, Esbeidi Yaret Lara Reyes, Renata García Rivera, Alexis Emmanuel Verar Benavidez, Anaeli Ibarra Cáceres, Luis Mario Carmona Márquez, Jesús Armando Montaño Lugo, Fabiola Lizette Plascencia Aguilera, Ariel González, Claudia Magdalena Sánchez Cadena, Joel Anaya Padilla, José Ottoniel Hernández Soto, Óscar Arcadio Páez Popo, José Rodolfo Espinoza Silva, Emmanuel Aguilar Rocha, y su atento servidor Adair Zepeda.

Mi primera impresión de esta antología es placentera. A mi gusto personal, que es algo que siempre se debe aclarar por quien emite una opinión sobre cualquier tema, la cantidad de estilos y temas sobresale, y ayuda a comprender por qué semejante colección de escritores se dan cita dentro del mismo libro. Cada una de estas personas aporta desde su perspectiva de lo que es la poiesis, lo que es sujeto de ser contemplado, y como se desentraña la profundidad del espíritu humano. A su manera, cada uno de estos sentires y pesares se suma y complementa, pese a la diversidad de formas y métricas. No creo que pueda haber mejor tributo a un experto en el lenguaje que poner bajo su nombre una completa exposición de lo que el lenguaje castellano, mexicanizado, puede cosechar. Con perdón del auto elogio, por su puesto. Sin embargo, el resto de los autores va engarzando sus manifestaciones con prudencia y dominio, dejando en claro que cada uno sigue su propia ruta, y que la trayectoria con la que se suman a este libro deja en manifiesto un complejo proceso de análisis del lenguaje, de las mediciones en los sonidos y la plasticidad de las metáforas.

Además, el segundo y más importante atributo es la profundidad de los temas que se exponen. En la mayoría de los casos, los textos se decantan por preocupaciones tangibles, recuerdos que ofrecen a flor de piel o vacilaciones de la realidad que transcurre alrededor de cada segmento. Las ilustraciones de Paula, por su parte, cuentan una historia donde los trazos limpios y naturales van retomando elementos particulares de cada poema, dentro de un gran todo que delata la pesadumbre en la mayoría de los versos. Naturalmente, hay quienes han logrado mayores o menores trabajos, pero el lector en general se sentirá satisfecho de pasar por las hojas de esta antología. En algunos casos, incluso dentro del poema galardonado, el uso del lenguaje se va constriñendo al sonido, y hace un eco que se reconoce fácilmente por quien recrea los pasajes en su imaginación. Esto no quiere decir que los textos sean sombríos o pesados, sino más bien que la propuesta estética de esta colección de autores reconoce la introspección y la meditación como parte de sus herramientas creativas.

Evitando caer en la ensoñación propia, la selección de los demás poetas, hombres y mujeres de un brío interesante y maduro, hace que la lectura general sea muy agradable, y que desde un comienzo se pueda enganchar a las páginas venideras, ya sea por curiosidad simple o por el descubrimiento de estilos que se va a haciendo de página en página. Además de recomendar su lectura, me parece vital que este tipo de proyectos tengan una visibilidad mayor, tanto por lo genuino de su quehacer en la divulgación, como por el trabajo que se realiza detrás de las páginas de papel y que lleva a que se condense en un material de lectura todo el sentido del estudio del lenguaje y sus formas. Agradezco a los organizadores del certamen, más que nada por esa oportunidad como lector de ver publicadas a estas plumas que llevan un camino andado en la literatura, la fascinación por el lenguaje y la creación poética moderna.

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