Editorial

POEMAS Y TEXTOS INÉDITOS EN LA OBRA DE RAÚL RENÁN – Por Mario Morales Castro

POEMAS Y TEXTOS INÉDITOS EN LA OBRA DE RAÚL RENÁN

(Segunda de dos partes)

Por Mario Morales Castro

Para continuar con el homenaje a nuestro querido amigo y escritor, se dará a conocer una breve muestra de los poemas de vanguardia y textos breves inéditos que Raúl Renán no publicó en vida. ¿Cómo llegaron a mis manos? Resulta que por mi amistad con el maestro ―así siempre le dije, aunque el me hablara de tú―, tuve el gran privilegio de capturarle en la computadora varios de sus poemas, poemarios, narraciones y hasta un diccionario que eventualmente publicaría. Era firme en pedir las cosas, pero tenía tal encanto y carisma que nadie le podía decir que “no”. Primero fueron cuatro poemas firmados en Atizapán, después fue el Diccionario de términos del español de Yucatán; luego Los silencios de Homero; más tarde, la primera edición de Normandía, dedicada a su musa; más adelante la primera edición de A/salto del río. Agonía del salmón, un libro artesanal a base de fotocopias, idea del también poeta Fernando Rodríguez y en que el mismo Raúl se encargó de los dibujos de los peces, los cuales indicaban la lectura del poema: de abajo hacia arriba; posteriormente, sus alumnos del taller de la Ibero se encargarían de digitalizarlo y publicarlo como un valioso libro-objeto: lo denominaron Canon del salmón, como ya se mencionó en la primera parte.

A continuación, capturé el libro Humanidades que le publicó el periodista también meridano Víctor Roura; enseguida fue parte de Milicia de Venus, y finalmente Dermografía y Narrativa breve. De estos últimos conservo la libreta negra en que fueron escritos a mano por el poeta. Por mi parte, acostumbraba a devolverle al maestro los originales para su archivo personal; sin embargo, me extrañó que los trece poemas de Dermografía no me los pidiera y, en cambio, al finalizar las páginas me los haya dedicado con fecha de 2009; ¿fue su legado?, quiero suponer que sí, nunca me lo dijo ni tampoco yo le pregunté; de cualquier modo, los capturé como lo hacía siempre, sólo que esa vez no me pidió que se los enviara a su correo, lo mismo sucedió con los veintiocho textos cortos de Narrativa. A pesar de vernos poco en los últimos años, ya no se tocó el tema y me olvidé del asunto; así que quedaron en el abandono, hasta que me surgió la duda últimamente al volverlos a ver.

He estado viendo en las antologías y libros publicados si alguna vez fueron publicados y no he encontrado respuesta; de este modo, se presentan tres poemas, tres textos cortos y tres poemas en prosa de Milicia de Venus, que no aparecen en la antología Como fue el presagio, para el deleite de los lectores que admiran su obra y amigos del poeta; ojalá que más adelante se publiquen todos como un homenaje póstumo a su memoria:

DERMOGRAFÍA

Dermo

Sobre la piel

las palabras

cobran cuerpo de sangre_______________

Emerge la dicción iluminada

epidérmicamente dolorosa

 

En vano

Subo las escaleras

con pases atrasados

en realidad

descienden al pozo

de la altura_____________

Me quedo

en el

vano

en vano

                                                                         

Manzana

La madurez

tiene un fruto

mordido

en la rama________________

No son los dientes

son los labios

los del daño

 

NARRATIVA BREVE

El ojo cuadrado

 El actor caminó entre luces mortecinas, sobre un pasillo que conducía a los camerinos del teatro. Se detuvo frente al que ostentaba su nombre y entró. Se dispuso a maquillarse en el espejo viéndose como a su otro él mismo. Pincel en mano empezó a pintarse tal como se veía y él desde el espejo simultáneamente movía la mano del pincel sobre su rostro. Así que la acción armónica producía el resultado de la doble pintura exacta con la precisión a que obligaba el espejo repetidor de cuanto objeto ve siempre sorprendido, con su ojo cuadrado.

 

Ya mataron a la Perra

Mira, era algo curioso, me dijo Juan Rulfo en una de nuestras tomaderas de café en el Café de las Américas de Insurgentes. Mira, lo de la Perra que me dices, era como un misterio difícil de ver, fácil de nombrar. De esa manera, cuando presentíamos que de un momento a otro se nos aparecería, decíamos, fíjate bien, decíamos que el asunto era “encontrar a la mentada Perra”, luego venía otra orden: “ven a ver qué le pasó a la Perra, si está muerto, pos entiérrenlo”. Nos daba igual que la Perra fuera él o fuera ella. ¡Cómo ves! Total, si venía de un corrido popular. “Ya mataron a la Perra, / pero quedan los perritos”. Era ella, ¿no es así, Raúl?

−Eso que ni qué, Juan.

La coma y sus leyes

 

Una coma es suficiente para provocar una discusión entre los escritores afines a la obediencia de la puntuación gramatical. El uno dijo: el colmo coma de la displicencia coma expuesta coma a todo tren coma sin miedo coma a descarrilarse coma es la escritura coma nocturna. El otro dijo: el sol deslumbra mi campo sintáctico como si fuera un sembradío liso y llano de todo aliento pausal traído a colación, pongo la coma añadió por si acaso más adelante se me ocurriera aumentar el texto.

 

MILICIA DE VENUS

Un cuadro pintado al deseo

 

Habla con la saliva pegajosa. Redondo el rostro y el pelo de una negrura espesa. La rodea el vaho del trópico que respira su nariz hecha de un solo trazo levantado. Brilla su piel como las hojas del hule, verde oscuro, bárbaro. Una flor pone por cuenta propia el encarnado de sus labios. Arriba y en torno de las curvas de su cuerpo el ocre carcomido de la pared le da la realidad de un cuadro pintado al deseo. En periodos muy abiertos ve pasar delante de sus ojos el péndulo de un hilo de araña con un hombre que oscila cerrando cada vez más la cercanía.

 

Mujer modelo para escritura

 

Vestida de negro posó para la escritura. El sillón la abrazó y ella vivió esa ficción con atrevimiento. El pelo rubio rojizo peinado en dos imprimió a la frente un ángulo curvo. Ojos atentos a las palabras que modulan su tempo sensual. Ligera desviación en pensar en la intimidad. Espera ser acometida, prepara el encogimiento de los labios. El cuello del vestido recorta la blancura de la piel en pequeños espacios desnudos. La entrega mira hacia nada. Nadie en la frente. La pluma hace el recorrido desde el papel y obedece a ser mordida por los dientes afilados.

(Este espacio recibe el vacío del éxtasis)

Vuelve el instrumento impregnado con saliva para escribir que la dama tiene las piernas dispuestas en triángulo.

 

La mujer admirable

 

Desnuda disfruta ser una mujer magnífica. ¡Cómo que no! Se sienta. Advierte que su torso de frente y de espaldas muestra con razón visiones del otro espíritu. Pronuncia el pecho y se mantiene erguida aunque esa posición la agobie. Cuando camina siente que no puede haber un ser humano indiferente a la maravilla de su cuerpo en movimiento. Cadencia semejante a las sinuosidades de la música. Ese placer lo ejecuta siempre que quiere mostrarse a sí misma lo admirable que es. Ve sus redondeces con ojos como si verdaderamente fueran de otro. Toca lo oculto que desvanece su belleza.

A manera de conclusión, podemos decir que Raúl Renán fue una persona extraordinaria que en vida tuvo apoyos por parte de las instituciones culturales: perteneció al Sistema Nacional de Creadores (SNC) del Fonca; gozó de reconocimientos y homenajes, viajó dentro y fuera del país, sus trabajos aparecen en numerosas antologías, como la magnífica de Iván Leroy: Poesía al rojo vivo; o en la lujosa y esencial edición sobre Poesía visual en México que coordinó Samuel Gordon; cuenta con una vasta bibliografía sobre sus obras; se puede decir que fue “profeta en su tierra”, puesto que le dieron los máximos galardones de su estado: la Medalla Yucatán y el Premio Antonio Médiz Bolio; asimismo, se instituyó ahí el Premio Nacional de Poesía Experimental Raúl Renán desde 1998. Ha sido constantemente promovido por personas cercanas a él y que lo quisieron mucho, como los doctores Israel Ramírez, Jesús Gómez Morán, Sara Poot, Alejandro Palma, Daniel Téllez y desde luego el amor de su vida: Norma Salazar. Por tanto, nos toca a los que lo conocimos y convivimos con él seguir difundiendo su obra para que las nuevas generaciones lo conozcan, así como también reunir sus trabajos completos, como se ha hecho con los grandes escritores de México. No me resta más que añadir, como lo hace Mariana Bernárdez en su libro de Conversaciones: “La mano de Raúl se eleva despacio, hace un gesto levísimo que marca el final de la charla, sus ojos me miran fijamente, son dos chispas que no dejan de arder, sin duda seguirá iluminando este rincón, abriendo brecha para los que habrán de venir, descubriendo cafés por la ciudad, convocando y discutiendo textos, enseñándonos el alto sentido de estar y ser hombres de palabra”.

Referencias bibliográficas para ambos artículos

Asbun Bojalil, Jorge, Algunas visiones sobre lo mismo. Entrevistas a poetas mexicanos nacidos en la primera mitad del siglo XX, Siglo XXI Editores, México, D.F., 2007.

Bernárdez, Mariana, Todo está en la línea. Conversaciones con Raúl Renán y 15 poemas inéditos, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, Edomex, 2008.

Campos, Marco Antonio, El café literario en Ciudad de México en los siglos XIX y XX, Aldus, México, D.F., 2001.

Gordon, Samuel (coord.), La poesía visual en México, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Toluca, Edomex, 2011.

Renán, Raúl, El café itinerante de los poetas. El ocio de los intelectuales, en Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, núms. 247-248, Mérida, Yucatán, 2008-2009.

_______, Piedras del adivino, Parentalia, Ciudad de México, 2016.

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