EL MAPA DEL NUEVO MUNDO
Los archipiélagos
Derek Walcott
Traducción de Alberto Hernández
Al final de esta oración, comienza a llover.
En el borde de la lluvia, un bote.
Lentamente, el barco se perderá de las islas:
En medio de la bruma está en la seguridad de los puertos
Una estirpe cabal.
La guerra de los diez años ha terminado.
El cabello de Helena es una nube gris.
Troya, una serpiente blanca
En el lluvioso mar.
La llovizna, tensa como las cuerdas de un arpa.
Un hombre de nubosos ojos
Recobra la lluvia
Y comienza la primera línea de la Odisea.
(De “The Fortunate Traveller”, 1981)
(***)
** Preludio
Con las piernas cruzadas
A lo largo del día, espero
El aviso matizado de las nubes
Congregadas sobre los rasgos toscos
De mi postrada isla.
Mientras tanto, los buques dividen el horizonte
Para probar nuestra pérdida
Visible en las libretas de los turistas
O detrás de los ardientes
Binoculares:
Visible
En el reflejo azul
De los ojos
Que han conocido
Ciudades y nos creemos felices.
El tiempo se arrastra
Con paciencia sobre su larga paciencia,
Así yo,
Que he descubierto mi ya lejana juventud.
Mi vida -en el acabar de un cigarrillo,
En el giro del mango de una puerta,
en el de un cuchillo,
en las entrañas de las horas-
no debe hacerse pública
hasta que haya aprendido a sufrir
en yámbicos exactos.
Paso a través de toda la soledad
Hecho una fiesta de incidentes.
Arreglo mi corbata
Y fijo mis relevantes mandíbulas.
Capto imágenes en carne viva
Que vagan en el ojo.
Frente a todo, vuelvo a pensar
Cómo en medio del tránsito de mi vida
Me poso sobre ti,
Mi reluctante leopardo de pausados ojos.
(De “In a Green Night”, Poems 1948-1960)