SIN MEMORIA
GUILLERMO ALMADA
Recorrer los recovecos
oscuros
de una memoria
que no está.
Esa soledad gris
de la materia,
en la anomia indecente
y decrépita
que me aborda,
cada tanto,
y me traiciona.
¡Somos nuestros recuerdos!
Y cada minuto
se construye desde ellos.
Si un día amaneciera
sin memoria
¿qué sería de mí,
y de los que no recuerde?
Debe ser
como una enorme soledad
en lo desconocido.
Un abandono
en lo más laberíntico
de la masa encefálica.
¿Dónde quedarán
las tardes del otoño mendocino?
¿Se perderán las noches
de luna llena
en Entre Ríos?
Ya no podría referir
las tardes de verano,
en la playa,
con mis hijos.
Las nochecitas
entre los parques Rosarinos.
Y quizás,
hasta te olvide
antes de haberte conocido.