Mariel Turrent
Divagaciones
21 Comics
Cuando entras en el mundo de la caricatura,
te ves a ti mismo.
Scott McCloud
Si bien los antecedentes de la novela gráfica son los libros ilustrados de los años 40 y el cómic que se popularizó en los 60, la novela gráfica surge en el siglo XX como un género que pretende independizarse de la literatura y la pintura y convertirse en un arte per se, con sus propios códigos, lenguaje y normas que lo rigen.
A diferencia de estas historietas cortas que se vendían en los puestos de periódicos o aparecían en una sección del periódico, la novela gráfica es mucho más extensa y desarrolla un argumento formal con una narrativa similar a la de una novela literaria. La propuesta se plantea a través de viñetas que se apoyan con un guion muy escueto que complementa la parte gráfica cuyo peso es mayor. El tono, a diferencia del comic es serio.
Yo, en lo personal nunca me había sentido atraída por la novela gráfica. Las ilustraciones de libros como Watchmen (1987, una serie de Alan Moore y Dave Gibbons) me parecen sumamente perturbadoras y eso me impide entrar en ellas: los colores son muy fuertes y los gráficos saturados de líneas y agresivos con sombras y en negro que crean un ambiente oscuro, violento como el mundo de poder y la corrupción que pretenden mostrar. Lo mismo me pasa con Maus de Art Spiegelman, que muestra el mundo de una vieja familia del Este de Europa que pasa días metida en un bunker.
Sin embargo, cuando vi el libro de Arrugas de Paco Roca, en el que trata lo vive una persona que se enfrenta al Alzheimer, me encantó la novela gráfica porque pude ver en esta una manera lúdica de abordar temas difíciles. Paco Roca tiene gráficos desgarradores, pero mucho más accesibles, y para mí, incluso hermosos, que permiten acceder a un tema muy duro y entenderlo.