Editorial

LAURA SALAMANCA L. – EL DUELO DE LA MASCOTA

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

EL DUELO DE LA MASCOTA

 

En la actualidad es mas común encontrar que las familias cuentan con una o más mascotas las cuales se ha percibido que llegan a ocupar lugares importantes dentro del sistema familiar que puede uno llegar a pensar que son como los niños de la casa.

Las parejas jóvenes que por alguna razón no logran tener hijos, llenan esos huecos con estos peluditos y hay de diversas variedades como perros, gatos, aves, hurones, cerditos, hasta animales exóticos.

En el caso de personas solas, es más común ya que la relación se vuelve más estrecha con un animalito que solo espera la llegada de su dueño, y este llena de amor el lugar.

El caso es que los animalitos no viven para siempre y cuando mueren o se pierden se pasa por un duelo y en ocasiones llega a ser duelo complicado o patológico por la cercanía y el tiempo que pasaron juntos.

El duelo por mascota resulta ser un proceso cada vez más humanizado y profundo y éste se puede dar de tres maneras:

  1. Repentino por un accidente
  2. Por enfermedad
  3. Por extravío

 

  1. Cuando es repentino impacta de sobremanera porque no se esperaba y si es un niño el que lo cuidaba, habrá que atenderlo ya que puede llegar a enfermar o incluso ir a terapia, aunque puede darse a cualquier edad, pero es necesario trabajarlo. Y más cuando se experimentó la experiencia, por ejemplo: cuando lo atropello un carro y el dueño estuvo presente.
  2. Cuando ha estado continuamente enfermo o ha sufrido operaciones constantes la familia va haciéndose a la idea y finalmente el veterinario y el dueño están convencidos que ya no hay cura, es tiempo de pensar en la eutanasia, para lo cual la familia tiene que ponerse de acuerdo y tomar la decisión para evitarle sufrimientos al cachorro, y se sugiere estar presente hasta el último momento del animalito ya que se ha demostrado que ellos se sienten solos y lo único que quieren, es ver a su dueño y lo buscan con la mirada al final.
  3. Ahí se pueden dar dos situaciones, una que la persona quede muy lastimada por no saber, ya que si muere no pueden tener su cuerpo y la otra es pensar positivamente y creer que alguien más lo está cuidando y procurar quedar tranquilos

De cualquier modo, todo es doloroso y lo más importante de esto es procurar hacer un ritual de despedida en caso de muerte porque la psique se quedara tranquila de despedirlo y no hacer lo que muchas familias hacen con su hijos pequeños ya que cuando llega a morir un animalito tipo hámster o pez o algún otro, van a la veterinaria y lo cambian por otro y le dicen al niño que el Dr. lo curó y creen que engañan a los niños incluso hasta de dos años de edad y ellos claramente saben que es otro animalito, no el que se les murió, por eso no lo hagan, es más fácil decirle al niño que el animalito murió y hacer un ritual llevándolo a un jardín a enterrar para que comencé a tener nociones de cómo es la muerte y se vaya acostumbrando a saber que la gente y los animales mueren, el ritual sirve para encauzar un poco el dolor.

Este tipo de duelos ante las personas que no son amantes de los animales resulta hasta irrisorio, pero hay que considerar que como personas se tiene que respetar el duelo del otro, ya que no sabemos en qué forma le esté afectando al dueño y a la familia, aparte de ser un ser que dio mucho cariño y es doloroso perderlo.

No es conveniente comprarse rápidamente otra mascota porque terminaría siendo como un mecanismo de defensa ante el dolor profundo y no se vivirá como tal, un duelo normal, vendrán instancias de enojo, quizás por culpa de no cuidarlo, periodos de identificación recordando los momentos vividos con la mascota y finalmente la tristeza comenzara a ceder en un duelo normal.

Cuando hay un duelo patológico o complicado sucede que todos los sentimientos que el animal generaba, quedaran enquistados en el recuerdo y el dueño rechazará la idea de la pérdida y esto genera una energía psíquica que se queda inmovilizada y por lo general no será la primera vez que vivía un duelo de este tipo, y es que la persona probablemente haya pasado por un trauma o problema psicológico previo.

 

 

Ausencia

¡Cuando pregunté porque te fuiste!

Muy bajito dentro de mi corazón

Escuché con resignación

Estoy aquí…

No llores porque Dios me hizo

tu ángel, tu guía

y desde hoy seré tu dulce compañía

sonríe….

Di, te quiero en vida y comparte tu alegría,

No esperes a que llegue la muerte fría

Estoy aquí….

Soy feliz, porque siempre te protegeré

Y nunca te abandonare.

 

María Eugenia Rojas Alegría

 

lauhipnosis@gmail.com

 

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