MORIRÉ COMO PERRO RABIOSO
GABRIEL AVILÉS
A PULSO DE TINTA
presagiodemar@gmail.com
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Moriré cual perro rabioso
Con la baba inundando sumideros
Gimiendo compasión en la atrofia de los atardeceres
Los sodomitas se alejaran de mí por miedo
A mi enfermedad congénita
Me inyectare valium o morfina
Para soñar con huesos disecados
Los niños me lanzarán piedras, no caricias
Mujeres patearan mi hocico y las putas
– benditas ellas –
Me harán comer su piltrafa
Moriré como perro rabioso
Y nadie lamentara mis aullidos
Sólo las putas que rezarán un credo
Por mi sarna y muerte
En la letal carne
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Yo, monosilábico
Con el sudor que exhala
La ansiedad efímera
Me aferro a los quejidos
De mi resurrección
Hasta asirme
A la tierra de los camposantos
Que me borran del caos pero no de ti
Amante de tu hedor
Pese a los sepulcros
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Desdentado y solo
Bebo el lodo de las cloacas que cobijan
A drogadictos y parias
Sin memoria se infestan
De metanfetaminas y alcohol
Para saberse libres por segundos o eternidades
Yo, seudo poeta
Inhaló palabras
Y así destetar
Austeros versos sin presente ni oficio