ESO DE NORMALIZAR AUSENCIAS
GUILLERMO ALMADA
Eso de normalizar ausencias
no es mi estilo.
Correr el riesgo de
estrenar olvidos,
es como procrastinar “tequieros”
en la creencia falsa
de que, lo que hoy no,
mañana, tal vez,
tenga tiempo.
Siempre es preferible
liberar la palabra
en el momento preciso.
Y a veces ya es muy tarde
cuando uno se da cuenta.
Yo soy de los que dicen
te quiero, cuando se siente.
Te muerde las entrañas,
te trepa a la garganta,
se te llena la cavidad bucal
de besos y deseos,
y no puede contenerse.
¿Se puede tragar todo eso
solo por miedo?
Cántalo, grítalo,
escríbelo en las paredes
de tu pensamiento,
que siempre llegue
hasta el destinatario.
Te quiero sin remedio,
porque sí, porque te quiero,
sin pedir nada a cambio.
No me quieras, yo te quiero.
Este es mi sentimiento,
pintó así, y así te quiero.
¡Qué le vamos a hacer!
No lo manejo.
Pero es así de fuerte
lo que ofrezco,
no voy a postergarlo,
es una certeza inexistente
la del tiempo.
Ya me conoces, sabes lo que pienso,
lo que escribo,
lo que siento.
No voy a inaugurar silencios.