NO NECESITO BUSCARTE
GUILLERMO ALMADA
No necesito buscarte.
Si estás en cada pensamiento,
cada acto, cada cosa que toco.
Me persigno, y empiezo con tu nombre.
Me detengo en las esquinas
que nunca me detengo, y ahí estás.
Te veo venir entre la muchedumbre
que aborda la avenida.
Me apuro en reconocerte,
y es tu voz la que pregunta
para qué la prisa.
Recorren nuestra distancia,
como palomas torcaces,
todas esas palabras, que nos dijimos,
con sus correspondientes silencios,
igual que cartas trashumantes
en busca de destinatario.
Como tu cocina,
bebo de tu vino,
Y aun así persigo el espectral
contorno de tu figura
en la soledad que me circunda.
No te nombro, y, sin embargo, sí,
jugando, anagramáticamente,
con tu nombre, en un saber simbólico.
A veces me distraigo
y te pierdo de vista, y ahí entonces,
recurrente, te busco,
para contarte algo, o decirte al oído
que ese instante te siento
más mía que de costumbre.
Aunque los dos sabemos
que el tiempo que refiero
es más nunca que jamás.