AMA
GUILLERMO ALMADA
Ama, ama,
ama, ama…
En la constelada noche
sin fronteras,
en los terraplenes
de los subtes,
en los aeropuertos,
y en los bares nocturnos.
Allí, donde yo estoy
esperando tu carne,
esperando tu sangre,
esperando que crezca
la sombra de tu nombre.
Hay versos anudados
entre mis lágrimas
que quieren desembarazarse
del sabor de tus tardes.
Hay besos como piedras,
y el sexo lapidario
entre el wiski a raudales.
Todo va más allá del río
y de los humedales.
El mosto fermentado
de tu olvido me embriaga
la poca conciencia que me queda
¿Cómo voy a seguir en este estado?
Me lleva la resaca a cuestas,
igual que me arrastra,
al Gólgota, la pena.
Y en la pared del lupanar,
que no puedo llevarme,
con los rescoldos nuestros,
te he escrito este poema.