Este mes el periodista Alberto de Tavira publicó su más reciente libro, “Luis Miguel: por debajo de la Mesa”, en el que retrata la relación de “El Sol” con el poder político por medio de “tres joyas de la corona”, o anécdotas, del vínculo entre el cantante la cúpula política mexicana.
Por medio de entrevistas con algunos de los protagonistas, documentos oficiales, información pública, investigación de archivo y bibliográfica, Alberto Tavira dilucida qué favores pidió el intérprete a quienes han ostentado el poder y de qué manera se ha beneficiado económicamente.
De acuerdo con el periodista, diez años atrás supo de una anécdota: “Luismi” cantó en la fiesta de XV años de Cecilia Salinas Occelli, hija del otrora presidente Carlos Salinas de Gortari, lo que despertó la curiosidad de Tavira, en particular porque es una historia de la que “El Sol” no habla, ni siquiera en su bioserie en la plataforma de streaming Netflix.
A partir de esa anécdota, Tavira ha reunido otras muchas, como la boda de Paulina López-Portillo –hija del expresidente José López-Portillo– con Pascual Ortiz Rubio Downey, nieto de otro expresidente, Pascual Ortiz Rubio. La novia, y también cantante, habló por primera vez de su boda en entrevista con Tavira.
La segunda “joya de la corona” –como las llamó el periodista en el programa de televisión “Ventaneando”– es una investigación, a través del FBI, para determinar si las autoridades mexicanas realmente solicitaron la ayuda de los servicios de inteligencia estadunidense para localizar a Marcela Basteri fuera de México.
Tavira entrevistó a Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid, quien le confirmó que se pidió ayuda a Israel, pero según el autor del libro, no existen registros oficiales de que la diplomacia de que se haya solicitado la ayuda, por lo que el periodista sospecha que fue “por debajo de la mesa”.
La “tercera joya”, según Tavira, es la filmación del video musical de “La Incondicional”, en el Colegio Militar, en el contexto de la lucha por la exhibición de la película “Rojo Amanecer” de Jorge Fons. Tavira propone la hipótesis de que el Ejército mexicano “utilizó” a Luis Miguel para limpiar su imagen.
