La novia llegó de la mano de su padre, Michael Middleton, que curiosamente es la tercera vez que entrega a una novia, ya que en 2012 le hizo honores a una amiga de la familia.
Los invitados empezaron a llegar uno a uno. Por supuesto, entre ellos, estaban la princesa Eugenie, Donna Air y el tenista Roger Federer quien iba acompañado de su esposa.
También fueron llegando el príncipe Harry y el príncipe William juntos, mientras que Kate Middleton y sus pequeños el príncipe George y la princesa Charlotte esperaban la llegada de la novia en la entrada de la iglesia. La duquesa de Cambridge, y la niñera española María Teresa Bordallo, organizaron la corte de pequeños pajes y damas.
La madre Carole y el hermano de Pippa, James Middleton, arribaron cogidos del brazo mientas que Donna Air, novia intermitente de James y presentadora de televisión, llegó sola.
Unos 120 invitados cabían en el templo y en la adyacente sacristía en la que se habilitó espacio para sillas y 30 invitados, que con cámara y altavoz siguieron la ceremonia religiosa protagonizada al otro lado de la pared. Es importante mencionar que la recepción posterior a la boda se esperan 300 invitados entre los que está la esperada llegada de la novia del príncipe Harry, la actriz americana Meghan Markle.
Aunque los novios querían una boda íntima, el dispositivo de seguridad que se inició en la zona el viernes pasado ya apuntaba a que la privacidad fuera mínima. Bajo paraguas y con abrigos de invierno, el viernes los principales protagonistas realizaron el ensayo oficial. No hay que olvidar que el padrino del novio fue su carsitmático hermano, Spencer Matthews, actor y presentador de televisión.
La recepción continuó en Englefield House a un kilómetro y medio de distancia del pequeño templo.