Para resolver el problema de la contaminación de las ciudades en Europa dos emprendedores desarrollaron el proyecto City Tree o el Árbol de la Ciudad, que más bien se trata de un muro verde con musgo natural vivo el cual ayuda a filtrar el aire sucio, una estructura que además tiene un diseño amigable y hasta bancas para que los ciudadanos puedan aprovechar este espacio.
El City Tree es un árbol artificial que tiene la capacidad de absorber dióxido de nitrógeno y partículas suspendidas en el aire por una cantidad equivalente a 275 árboles, es decir un estimado de 240 toneladas de Dióxido de Carbono durante todo un año.
Este filtro natural, propiedad de la empresa Green City Solutions, funciona con panales de energía solar y sistema de captación de agua de lluvia además de sensores que pueden controlar la humedad del suelo y un sensor que puede medir la calidad del aire y al mismo tiempo medir la eficiencia del City Tree el cual ya ha sido probado en otras ciudades como Glasgow en Escocia, Oslo, Noruega y Hon Kong además de otras ciudades en Alemania.
