La oposición venezolana, alentada por la participación de 7,2 millones de personas en el plebiscito simbólico contra el presidente Nicolás Maduro, define este lunes su ofensiva final para frenar la elección de la Asamblea Constituyente.
Las autoridades cuestionan los resultados de antemano, alegando que el proceso es “ilegal” por no tener aval del Consejo Nacional Electoral, acusado por la oposición de servir al gobierno.
El cinco por ciento que falta por escrutar permitiría alcanzar unos 7,5 millones de votos, que según Julio Borges, presidente del Parlamento, controlado por la oposición, serían suficientes para revocar el mandato de Maduro si hubiera un referéndum.
