En los últimos siete años, Petróleos Mexicanos destinó 411 millones de pesos anuales en un software que detecta daños en ductos.
Sin embargo, a pesar de este sistema de seguridad, Pemex acumula pérdidas anuales por 20 mil millones de pesos debido al robo de combustible.
Asimismo, el número de tomas clandestinas en ductos se incrementó en 894 por ciento al pasar de 691 en 2010 a 6 mil 873 en 2016, con todo y el uso de la tecnología.
