Tras registrarse ante el INE como candidato presidencial de la alianza Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador extendió la “mano abierta y franca” a sus adversarios y prometió a los integrantes del poder económico y político del país que no habrá represalias, persecución, ni destierro para nadie; es más, ofreció un cambio pacífico en el que el Presidente pueda someterse cada dos años a la revocación de mandato y pueda ser juzgado por corrupción y delitos electorales.
Arropado por militantes y simpatizantes de Morena, PT y PES y representantes del sindicato minero, López Obrador entregó su solicitud de registro ante el Instituto Nacional Electoral para ser candidato presidencial por tercera ocasión. Tras el acto protocolario afirmó que quiere pasar a la historia como uno de los mejores presidentes del país, que no tenga enemigos.
“Buscamos el cambio por el camino de la concordia. Este es el momento de volver a extender la mano abierta y franca a nuestros adversarios, a quienes ni siquiera consideramos como enemigos, porque no tenemos enemigos ni queremos tener enemigos, tenemos adversarios. Manifestamos a los integrantes del poder económico y político del país que no les guardamos rencor y les aseguramos que tras su posible derrota en 2018, en este año, no habrá represalias, ni persecución, ni destierro para nadie”, exclamó.
Afirmó que respeta a quienes no quieren perdón ni olvido, pero no la comparte, aunque esto no significa dejar en segundo plano la justicia.
“Declaramos enfáticamente, lo que se necesita es justicia, no venganza. No odiamos a nadie, sencillamente deseamos, con toda nuestra alma, lograr el renacimiento económico, social, político y, sobre todo, el renacimiento moral de nuestro querido México”.
Formuló cinco compromisos: Estado de Derecho, acabar con la corrupción y la impunidad, salarios dignos, trabajar diario para lograr la paz y la seguridad y elaborar una constitución moral.
Fuente: Excelsior
rrc