Por: Dahemont
Ya me lo habían manifestado decenas de “colegas del arma” (escribidores-vulgo periodistas), que cubren estos trotes cotidianos entre la “pelusa abanderada” como candidatos a un puesto de elección popular. “Vila, nunca da la cara”—así de tajante es el juicio reporteril que lo conoce más a fondo.
Aclaremos el concepto: “no dar la cara” referido a que cuando se le cuestiona, siempre está mirando hacia otro lado, contesta con monosílabos, se le nota nervioso, para finalmente buscar la graciosa huida. Según los estudiosos de las personalidades, el sujeto puede padecer INSEGURIDAD, TEMOR, PANICO ESCENICO y hasta ESQUIZOFRENIA. ¿ es este perfil de un buen gobernante?—preguntamos…
No estamos en el plan de denostar a una persona que ahora busca afanosamente ocupar el cargo de GOBERNADOR DEL ESTADO, tampoco partimos del hecho de ser críticos en contra de algún Partido Político, ni hacerle gordo el caldo a sus contrincante, NO, simplemente hacer notar frente a quien podría ser –si el voto popular así lo decide el próximo 1 de julio–, en mandatario de una Entidad federativa que merece la atención de acuerdo a las costumbres de los yucatecos, que te miran “Tete a Tete” (bis a bis), de frente para saber si lo que expresa es la pura verdad, sin titubeos ni medias tintas, que como es sabido conducen a la HIPOCRECIA…
Al Señor Vila no se le puede tildar de antipático, pues siempre esta desbordando sonrisas, habla muy fluido (rápido), mueve el pie derecho como si estuviera bailando –inestabilidad nerviosa–, mira con mucha frecuencia su reloj—prisa por escapar de un sitio–, no hace “chorcha” (reunión de acercamiento, ni con amigos ni con presuntos simpatizantes), llega a algún evento, termina rápido y se quita aunque no tenga compromiso posterior, su primera orden al chofer de su lujoso vehículo es “RAPIDO”, transita apurando el paso, es en suma, un resorte en constante vibración… ¿esto es malo?—Preguntamos.
Vivir a prisa no es característica del yucateco, aquí el tiempo SOBRA, hasta para una buena siesta, mirar el atardecer, contemplar las lunas llenas, ver llover, comer despacio, hablar pausado, o sea, somos diferentes, nos encanta el chime, miramos a lontananza, convivimos hasta con los que no conocemos, con tan solo tres palabras ya sabemos su procedencia, ¡¡uff!! Todo un catálogo de nuestra idiosincrasia proverbial, hospitalaria y con la bonhomía necesaria para ser considerados al extremos “DE OTRO PLANETA”…
Por ello, el Sr, Vila debe conocernos mejor, su prisa meteórica se topa con nuestra MECANICA MENTAL, sin parsimonias pues hemos acuñado el dicho más yucateco de todos los dichos “ VISTEME LENTO QUE TENGO PRISA”, o sea, el perfil de un candidato lo dice todo…¡¡Ahí usted!! / Dahemont
