La suma de voluntades es vital para la inclusión al desarrollo de los sectores más desprotegidos, señaló la directora del Centro para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Estado, Denis Pérez Rodríguez, quien en representación de la secretaria General de Gobierno, Martha Góngora Sánchez, inauguró el programa “La diversidad como emprendimiento”, que tuvo lugar en el Museo Regional Palacio Cantón.
La exposición Ko’olel, Transformando el camino, que se exhibe en la casona estilo francés de Paseo de Montejo, fue el marco ideal para la presentación del Laboratorio Ciudadano de Inclusión, donde convergen los esfuerzos de varias organizaciones de la sociedad civil, la administración estatal a través de las Secretarías General de Gobierno, y de Investigación, Innovación y Educación Superior, así como diversas instituciones académicas.
«Es muy importante la suma de voluntades para hacer bien las cosas. Es muy grato saber que existen 10 proyectos emanados de este Laboratorio, de los cuales cinco son de yucatecos, lo que habla de la cultura de inclusión, donde sociedad y Gobierno trabajamos de la mano para que en Yucatán sea una prioridad hoy y siempre”, expresó la representante estatal.
Por su parte, la directora del Museo Regional, Giovana Jaspersen García, señaló que el siglo XXI mira al futuro y ejerce acciones para convivir en una sociedad más amable, abierta y cercana.
«Precisamente en este universo de personas y de la diversidad del patrimonio cultural nace la exposición Ko’olel, Transformando el camino, la primera con enfoque de género del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La historia de todas las mujeres es la historia de la humanidad y se ve reflejada en esta muestra en la que los museos tienen que ser escenario de transformación, de colaboración y experimentos sociales», puntualizó.
En el evento estuvieron representantes de la Fundación SM y de las asociaciones «Paso a pasito», Pro Deficiente Auditivo, de Padres de Familia Pro Deficiente Mental, y Psicopedagógica del Sureste.
También, personas a nombre de las ciudades de Quito (Ecuador), Cali (Colombia) y Madrid (España), así como de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Asimismo, el grupo de estudiantes del programa para jóvenes con síndrome de Down de la Escuela Internacional de Chefs.