El Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha cuenta con una página en internet en la que da cuenta del trabajo que cientos de voluntarios y otros empleados dedican a la limpieza de las altas montañas como el monte Everest el cual después de convertirse en un reto es transformado por los mismos alpinistas en un desagradable basurero.
Y es que según el recuento del SPCC, como se conoce a este comité, los alpinistas gastan miles de dólares para conquistar la montaña más alta del mundo pero muy pocos de ellos regresan sus desperdicios que se quedan abandonados en la nieve como viejas casas de campaña, tanques de oxigeno, ropa, latas y plásticos sin contar con su excremento.
Ante esta situación los guías procedentes de Nepal, en su mayoría trabajan en brigadas que buscan borrar la huella ecológica que dejan a su paso los alpinistas en la cima del monte Everest, que en 2017 registró cerca de 25 toneladas de desechos sólidos y 15 toneladas de residuos humanos.
Desde su página web, el Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha busca hacer conciencia entre los viajeros de la importancia de mantener limpia la montaña de lo contrario advierten que toda esa contaminación terminará por afectar los ríos del valle situado más abajo del Everest y e consecuencia las poblaciones aledañas.