La Unión Europea (UE) decidió prolongar por otros seis meses las sanciones económicas contra Rusia por su interferencia en el conflicto separatista en Ucrania.
Con la medida, los europeos intentan presionar a Moscú para que cumpla con los acuerdos que le emplazan a dejar de proporcionar apoyo y equipamiento a los rebeldes ucranianos.
Las restricciones fueron impuestas por primera vez en julio de 2014.