TANATOLOGÍANDO
LAURA SALAMANCA LÓPEZ
RESPETANDO EL CURSO DE LOS ACONTECIMIENTOS
Que difícil poder decidir sobre lo que tenemos que hacer en algunas ocasiones, ya que la disyuntiva es tremenda teniendo dos y hasta tres opciones, pretendemos tomar la mejor y a veces no fue la mas acertada y se malogra lo que deseamos, o de plano dejamos de tomar la decisión, teniendo que hacerlo en ese instante. Sin embargo, estuvo muy en boga una oración que decía. Señor dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar… valor para cambiar las que puedo …y sabiduría para reconocer la diferencia”
Y es que hay tanta información en la mente que no cabe algo más, como decía Krishnamurti “observar requiere mucha energía, mucha vitalidad, una gran investigación a fin de poder ver lo que realmente es”
Y pienso que es la única forma de poder llegar a este entendimiento y en especial saber esperar la actitud que permita el respeto por el curso de los acontecimientos, respeto a la naturaleza y a los fenómenos que nos acontecen, sin querer imponer nuestra desesperada actitud de querer las cosas al momento.
Para esto es bueno escuchar esta historia taoísta, que en algún momento mi maestro de fisca mental nos contó:
Se celebra en un río un concurso de natación en presencia del monarca, al que asistían los mejores nadadores del reino. Sucedió que el día antes de la prueba para no desairar al rey, se dio la señal de salida y comenzó la prueba. Las dificultades eran extremas y los nadadores, al sufrir percances o sintiéndose intimidados, fueron abandonando. Solo quedaban los tres mejores, pero uno de ellos chocó con una piedra y tuvo que abandonar; el otro se golpeó con las ramas de un árbol e hizo lo mismo; el tercero fue atrapado por un violento remolino y estuvo a punto de ahogarse y también dejó la prueba.
Pero de repente, ante la sorpresa de todos los espectadores, se constató que otro nadador seguía en la prueba, se dejaba llevar por las aguas con extraordinaria habilidad, de aquí para allá, salvando a todos los obstáculos, hasta salir finalmente victorioso, llegar a la meta y ser proclamado vencedor. El monarca le hizo llamar, le felicitó efusivamente y luego le preguntó:
¿De qué parte del reino vienes? ¿en qué escuela de natación te has formado? ha sido verdaderamente tu proeza. ¿llevas muchos años nadando?
¡Oh señor! – exclamo el joven- yo soy un simple campesino que iba caminando por el senderillo, tropecé y me vi de pronto en el río. Entonces en lugar de crear resistencia a las arrolladoras aguas. Ellas me conducían y yo permitía que ellas lo hicieran, asi he podido salvarme.
Pero el silencio interior es un ingrediente muy importante para llegar a esto, y tendremos que buscarlo siquiera unos minutos al día para acallar a ese mono que anda de lado a lado y dando vueltas en nuestra mente. Para poder escuchar la voz de nuestro ser real. Ya que cuando no hay pensamientos, el ego se rinde y se manifiesta la energía del ser. Ramana Mahsrshi “el sabio el silencio” decía:
El estado que trasciende la palabra y el pensamiento es silencio. Es meditación sin actividad mental. Someter a la mente es meditación. La meditación profunda es la palabra eterna. El silencio es siempre elocuente; es el fluir permanente del lenguaje. El silencio es elocuencia permanente; es el mejor idioma
El silencio es el único amigo que jamás traiciona. – Confucio
El silencio es el sol que madura los frutos del alma. No podemos tener una idea exacta del que jamás se calla. – Maurice Maeterlinck