LA DANZA, ESE PUENTE PARA COMUNICARSE CON LOS DIOSES
ROBERTO CARDOZO
Y AQUÍ EMPIEZA EL ABISMO
Cada ocasión que recibo noticias alegres o vivo situaciones que me hacen muy feliz, me da por bailar. No soy Fred Astaire, lo tengo que reconocer, pero simplemente bailo, es algo que me nace así sin más. La danza es una de las expresiones artísticas más antiguas de la humanidad y una de las más bellas, sobre todo porque el nacimiento de la danza se debe a que el hombre buscaba mejores maneras de comunicarse con sus dioses. Y es cierto, ¿quién no se ha sentido transportado a estados de éxtasis espiritual mientras baila? Aquél que no haya sentido algo especial al momento de bailar, seguramente lo hizo por compromiso o por ligar.
Bailar así sin más, como si no hubiera mañana, como si nadie nos estuviera mirando, como si nuestra vida dependiera de ello. Cada vez que veo a alguien bailando de esta manera, imagino su comunión con algún ser sobrenatural que se encarna en su cuerpo. Claro, a muchos les da risa, pero es de admirar el rostro en éxtasis de las personas cuando bailan y se olvidan del mundo.
La danza ha tenido una gran evolución en toda su historia y tengo que declarar que no soy muy afecto ciertas danzas modernas como el ballet, que se ocupa un poco más de la cuestión estética y plástica; prefiero esas danzas que sirven de puente entre los seres humanos y esas fuerzas inexplicables que algunos llaman dioses. No digo que el ballet no lo sea, pero por lo general quedamos como espectadores cuando podemos ser los protagonistas de estos puentes mágicos que proporciona bailar como poseídos en medio de un antro o de un baile de la colonia.
La danza, el baile, como todas las artes, es capaz de permitirnos expresar nuestros sentimientos y nuestra concepción del mundo. Estas formas de expresión son las que nos hacen entender mejor todo nuestro entorno, son una manera de puente de comunicación también entre los seres humanos y sus sentimientos. No concibo la vida sin el arte en general, sin música y baile mucho menos. Esta intención del arte, de la danza, se ha venido olvidando para hacerla meramente de entretenimiento sin contenido, dando como resultado que el arte deje de tener esa función de sublimación espirital.
A pesar de que se ha olvidado un poco el origen ritual de la danza, de que ahora vemos a la danza como algo lúdico, recreativo y como mencioné al principio, algunos bailan con fines de galanteo; no dejamos de sentir esa energía mágica cuando de verdad bailamos. Esto es lo verdaderamente importante en la vida, bailar.
Bueno, por el momento les dejo, que ya empieza a sonar un cumbión en la radio.