El gobierno autónomo de Hong Kong suspendió de manera indefinida el polémico proyecto de ley de extradición que permitiría por primera vez entregar sospechosos a China.
Este aplazamiento representa una derrota para la ministra jefe, Carrie Lam, que tras la manifestación de protesta hace una semana, en la que participaron un millón de personas, insistió en que seguiría adelante con los planes.
No obstante, los opositores de la ley no lo interpretan como una victoria, sino una maniobra de Lam para ganar tiempo, por lo que mantienen la convocatoria para una nueva manifestación este domingo, hasta que el proyecto de ley se suspenda de manera definitiva.