RADIOGRAFÍAS
Huberto Batis 25 años en el suplemento sábado de UNOMÁSUNO (1977-2002)
NORMA SALAZAR
Fernando Benítez figura trascendental de la elite intelectual en México en los inicios de la mitad del siglo XX fue un destacado promotor, difusor de la cultura que divulgó un amplio una vasta labor cultural. Un precursor que agrandó la prosperidad de la prensa cultural y los inaugurales suplementos en nuestros principales diarios de circulación nacional y emblemáticos como México en la Cultura del diario Novedades, La Cultura en México revista Siempre!, Sábado periódico UNOMÁSUNO en La Jornada La Jornada Semanal.
Con este breve preámbulo, escribiremos del libro Huberto Batis 25 años en el suplemento sábado de UNOMÁSUNO (1977-2002), su editora y directora Catalina Miranda nos comparte éste libro cardinal que invita a descubrir una estampa de la cultura con plumas importantes de nuestras letras mexicanas del siglo XX podemos leer: entrevistas, recomendaciones de libros, crítica literaria, teatro, lingüistas, novelistas, ensayistas, traductores nacionales e internacionales, dibujantes, fotógrafos, críticos de la danza que colaboraron en este suplemento de primerísimo nivel. Los inicios de ésta nueva aventura para el maestro, académico, escritor, editor fue por una invitación del doctor y maestro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Federico Álvarez para trabajar en el suplemento La Cultura en México de la revista Siempre! al lado de Fernando Benítez, su encomienda sería escribir reseñas, ahí, emprendió su grandilocuente labor periodística cultural, para luego dar un salto al periódico UNOMÁSUNO como podemos comprobar
“Se decidió que el suplemento saliera el sábado y que se llamará sábado
porque queríamos que la gente tuviera tiempo de leer el fin de semana,
para ganarles a todos los demás periódicos que publican
suplementos dominicales”
Conservaría la sección bibliográfica acompañada por noticias y reseñas; recibía de las casas editoriales envíos de libros en los cuales explicaba breves notas con filiaciones picarescas concernientes a los autores, diseñadores, etcétera.
Ahora bien no debemos perder de vista que el periodismo cultural es un azulejo de temas, actividades culturales evidentemente divulga varios géneros culturales para determinado lector, una sociedad en los medios de comunicación masivos, esto lo tenía muy claro el maestro Batis de cómo elaborar un suplemento heterogéneo que revelará y aportara finalidades creativas, críticas en todos los ámbitos de las artes humanísticas, las bellas artes, esas ideologías del pensamiento, las ciencias sociales y humanas. El suplemento Sábado puntualmente iba grabando su propio estilo editorial e innovador hasta cierto punto irreverente en ciertas ocasiones como lo fue en los primeros años de arranque por causas externas en los ámbitos políticos, sociales, históricos en nuestro país.
Como director del suplemento iba atendiendo personalmente los textos de sus columnistas, colaborados, fotógrafos, críticos de cine, poetas, ensayistas sin olvidar, cuentan sus más cercanos compañeros de trabajo que era un hombre muy generoso, pruebas de su generosidad era abrir nuevas columnas con las nuevas generaciones, brindar la oportunidad de ver su artículo, poema, reseña, etcétera publicado en el suplemento El Sábado.
Los tintes narrativos del suplemento amables lectores fue un espacio dual, sí, déjeme explicarle; los lectores pudieron interactuar con sus autores preferidos, era tema de conversación del público-lector que disfrutaba e intercambiaba comentarios de las secciones, además, disfrutaban sus tertulias de café, caminatas en la ciudad porque sus lectores parlaban y esperaban con ansias el fin de semana y expresaban en su día de publicación; “Ya leíste el suplemento del sábado”, no había duda que era tema de conversación, cada sección, una especialización cultural que se gozaba con nuevos horizontes literarios entrelazados con las otras Bellas Artes, nuevas expresiones tal fue el caso particular del colaborador Rafael Aviña y La Columna de Video en sábado
“Mi columna de Video en sábado inauguró el hablar de ese tema
en otros periódicos; lo que quería, era rescatar obras que habían
pasado inadvertidas en carteleras, pero que habían salido en video,
y sobre todo (para que fuera interesante y original) reseñar películas
que nunca habían llegado al cine, que estaban perdidas, que llegaban
únicamente al video y a través del mercado pirata o que se llegaban a
exhibir por televisión, que no se habían visto antes y de las que nadie
había hablado”
Certera decisión para sus lectores más eruditos y, que decir cinéfilos de primera elite no dejaron de comentar sin olvidar las fervientes polémicas.
Por otro lado da inicio a una nueva aventura en la plástica con un joven dibujante, grabador que da nacimiento a un personaje femenino y tan polémico de aquellos años iniciales para el suplemento que llego para quedarse cobijada a cierto público sin tabúes, me refiero a Denisse ¿Quién es Denisse? ¿Cómo una musa del erotismo domina, perturba la razón? ¿En que estaba pensando su creador? Estás preguntas entre otras causaron controversias y quejas, comentarios que fueron recibidas a la dirección del UNOMÁSUNO por los dibujos de Héctor de la Garza, EKO y que su director fue el padrino oficial del afamado personaje de Denisse, dice EKO “Había mucho revuelo, mucho escándalo, muchas protestas” El erotismo implica a la persona de forma íntegra física y psicológicamente incorpora la forma en la que se manifiesta para sí y los demás, sus deseos, fantasías y sentimientos más íntimos.
“Denisse era una catarsis, dibujarla me estremecía porque al día
siguiente sus locuras se me volvían realidad. La fantasía estaba
afuera y, según yo, la realidad estaba dentro, en el periódico”
Sigamos la aventura de esta travesía, un suplemento cultural no estaría completo sin el acompañamiento del otro lenguaje muy necesario como es la fotografía una disciplina compleja pero directa para demostrar realidades en ese efímero momento captado por el inesperado Clic de la cámara.
La fotografía tiene un objetivo es un arte de expresión visual que determina su propia intervención impresa. Como explica la fotógrafa Norma Patiño
“Huberto tiene ese gusto por los tópicos eróticos “perversos”,
y lo compartimos, él como espectador y editor, y yo como hacedora
de fotografías experimentales con el cuerpo.
Mi trabajo de esa época intentaba transgredir en el tema del erotismo”
Todas ellas aparecen con una expresión autentica, muestran tiempos intensos coexistiendo en las páginas del suplemento.
Es muy cierto que Sábado se realizaba con una vehemente libertad de expresión, comparto la afirmación de la editora, discípula del director y editor cultural que primero fue lectora después colaboradora y llegó hacer jefa de Redacción de este afamado suplemento Catalina Miranda.
“Huberto Batis aprecia a los escritores y artistas que no tienen compromisos
con las instituciones ni con las vacas sagradas de la cultura en México, quienes
se sienten con la autoridad de establecer el mismo camino para todos los creadores.
Batis cree en las manifestaciones auténticas, libres, independientes, que
se desprenden de tapujos y no persiguen quedar bien con quienes tienen los
poderes económico, cultural o político, y que incluso los cuestionan
o los denuncian”
Termino ávidos lectores, El sábado cultural era uno de los espacios más leídos más influyentes más accesibles porque era un espacio democrático más cercano a las inquietudes que tenían que no sólo había enfoques literarios de la alta intelectualidad sino todo lo contrario estaba más cercano a la cotidianidad de esta gran urbe. Un suplemento como los grandes suplementos culturales en nuestro país de temas de investigación como lo fueron en la época que se publicaron El Rehilete, Cuadernos del Viento El Corno Emplumado entre otros. Muy acertadas fueron sus palabras de la maestra, académica e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Margarita Peña “Cuando se haga la historia de los suplementos del siglo XX Sábado va tener un lugar propio”, a manera de un merecido homenaje a su maestro y jefe Catalina Miranda nos obsequia este libro Huberto Batis 25 años en el suplemento sábado de UNOMÁSUNO (1977-2002)
