TANATOLOGIANADO
LAURA SALAMANCA L.
MECANISMOS DE DEFENSA
Son los modos de conducta adoptados por las personas con un yo relativamente débil, cuando surge alguna amenaza en su propia estructura, si le son efectivos, reducirán la ansiedad, la culpa, pero cuando las defensas se debiliten nuevamente atacaran, ya que la causa persiste. Una defensa es como una droga, debe ser efectiva para que reduzca la incomodidad, pero igual no elimina las condiciones responsables del problema, evitando el desarrollo de la persona. En cambio la persona que en su lugar busca ayuda para poder afrontar su dolor, no necesitara estos patrones para poder relacionarse con el ambiente ya que ha encontrado la causa y posiblemente al trabajarla, le costará trabajo aceptar y entender pero pasando esto ya será más real ante la vida entrando a un bienestar físico y emocional.
Entre estos se encuentran los más comunes:
La Represión
Excluye de la conciencia cualquier pensamiento o recuerdo que pueda ser amenazante, simplemente la censura, evitando hablar del tema y hasta pensarlo nuevamente.
Y no es que haya desaparecido el sentimiento o el pensamiento que dolió, sino que se mantienen inconscientes y la persona pudiera revelar estos en sueños o en accidentes o en algunos lapsus del lenguaje, También puede manifestarse como una tensión crónica de varios agrupamientos musculares y más cuando vive con las mismas personas que le provocaron tenerlos, por ejemplo se presentaran en los músculos de la mandíbula, el cuello, los hombros. Lo ideal es darse cuenta desde cuando apareció la represión en la infancia. Y saber que una emoción la vamos repitiendo a raíz de que se presenta la primera.
Racionalización
Cuando un amigo trata de ayudar a una persona que sabe le paso algo doloroso, este individuo difícilmente admitirá el hecho y lo obstaculizará drásticamente dando la explicación de que no le pasa nada defendiendo la estructura de su yo y comúnmente se defienden contra pensamientos, sentimientos y deseos probables reprimiéndolos primero y después esforzándose por sentir lo contrario y se creará la formación reactiva que se caracteriza por una naturaleza compulsiva y exagerada de la conducta y actitudes que las personas manifiestan.
Proyección
Es la habilidad de percibir el mundo con precisión, aunque es un logro difícil y de una forma diferente a la realidad según sus percepciones.
Las personas creen que alguien mas es similar a ellos y asumen que tiene los motivos, sentimientos, deseos, valores o más, generalmente los rasgos propios del que maneja ese mecanismo de defensa (hacer conjeturas sobre otras personas) sin tener evidencia de ello, pensando que responderá de determinada manera ante una situación, de la misma manera cómo lo haría él.
Negación
Es la negación de ver o escuchar aspectos tanto de la personalidad interior como de la realidad externa. Es la tendencia a ignorar aspectos que inducen a la ansiedad y causan pérdida de la autoestima y reconstruirán la realidad cuando esta es dolorosa, no se escucharán las observaciones despectivas de alguna persona acerca de nosotros, no vemos los defectos de nuestros seres amados, incluso en casos extremos se puede ver algo claramente y negarlo de tal manera que crean en esa negación como real. En algunos casos la muerte de un ser querido es algo tan catastrófico, que requiere una gran reorganización de la conducta y de la estructura del yo y no creerán que esta persona está muerta
Sublimación
En su sentido más limitado se refiere a la sustitución de impulsos sexuales y eróticos, que no pueden satisfacerse directamente, debido a las costumbres sociales, está también la hostilidad, la agresión, cambiándola por una conducta o actividad aceptada por la sociedad, donde se dirige toda esa energía, como los jóvenes que dejan todo su tiempo en el deporte para evitar encuentros sexuales o algunos ejecutivos que están casados con su trabajo.
Cómo puedo vivir sin ser capaz de juzgarme a mí mismo, criticar lo que he logrado y aún así disfrutar de lo que hago, es inimaginable para mí.
Mis diferentes personalidades me dejan en paz ahora.
Anna Freud
