El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió su decisión de asesinar al comandante iraní Qasem Soleimani, luego de que el secretario de Defensa admitió que no existen pruebas sobre las intenciones de atacar cuatro bases norteamericanas.
En redes sociales, el mandatario acusó a los medios de comunicación y los demócratas de tratar de determinar si el futuro ataque era o no inminente, y si su equipo estuvo de acuerdo con el asesinato de Soleimani.
Escribió que la respuesta a ambos cuestionamientos es afirmativa y que eso no importa dado el pasado del general iraní.