Cumpleaños
Roberto Cardozo
Y Aquí Empieza el Abismo
Para Claudia, en su cumpleaños.
Cumplir años suele ser un evento que muchos celebran como si fuera una fiesta única al año, y la es. Reciben el día con toda la felicidad y con una sonrisa que hace olvidar cualquier situación, personal y global. Otras personas lo reciben como si fuera el peor día del año y también lo es. Cumplir años es, para empezar, un constructo basado en otro como lo es el tiempo. Nada de esto es malo, por supuesto, cuando estos constructos los tomamos tal como lo que son, convencionalismos sociales como parte de un juego que debemos jugar y como todo juego, hacer con estrategia y goce. El problema es cuando este juego social se vuelve una carga que presiona.
Una vez me dijo mi abuelo que cumplir años equivalía a esa oportunidad que no debemos desaprovechar para analizar nuestro paso por la vida y recordar que nadie es eterno ni las cosas que conocemos. Un poco hacia Schopenhauer, me parece esta reflexión que me dejó de herencia, pensando en ese pesimismo de que la vida solo es una muerte aplazada; sin embargo, es lo que debe ser el motor que movilice nuestras acciones hacia ese continuo crecimiento para, dejar de ser nosotros mientras avanzamos sin detenernos hacia nuestro único destino seguro.
Como parte de cada juego social, no tenemos más que tomar las cartas y jugar con el destino mientras brindamos por un año más de vida, quizá uno menos.
A pesar de lo inútil que me parece una celebración basada en el tiempo, disfruto mucho de las mismas y, sobre todo, de esa felicidad que nos da recibir tantas muestras de cariño.
Del mismo modo, cuando felicito a alguien, también lo hago con todo el buen deseo y con la sinceridad fraterna que pueda expresar.
Entonces, no importa cuanta presión sientas, o si te da felicidad o tristeza llegar a un conteo más en este viaje sideral alrededor del sol, lo importante es reconocer tu lugar y tu momento histórico, entenderlo y actuar en pos de que este mundo sea mejor para los que vienen detrás de nosotros.
No olvidemos que todo acto es social y tiene un impacto en menor o mayor grado entre quienes nos rodea; por lo que, quienes están cerca en los cumpleaños, que son momentos especiales, es porque algo de nosotros se queda en ellos. Así que, cuando te feliciten, pregúntate qué es lo que motiva a cada persona a hacerlo
Nada es para siempre, claro, pero que todos los cambios sean positivos, es lo que se requiere en este mundo cada día más acelerado.