Señor de la Noche
Alan Luna
Letranías
El Bastardo,
el olvidado del mundo,
el condenado por los rayos del sol,
el apestado,
el temido,
el hijo del diablo,
¿Quién si no soy yo?
¿A quién atañen tan poéticos prejuicios?
Soy yo quien se compadece, del ebrio que duerme en el parque, de la joven que no tiene hogar por unos padres desinteresados, del loco que reza todas las noches del crepúsculo al amanecer frente a catedral cuyo Dios duerme y ordenó trancar la puerta por dentro.
¿Quién si no yo? Va a ver por el perro inaniciente y desvalido que con las patas llagadas no para de buscar… una caricia, un poco de amor…
Mi tez pálida, mi cuerpo cascado, mi alma negra se compadece de esas sombrías soledades, que al llegar la mañana, serán invisibles por aquellos que asquerosa y vulgarmente se dicen humanos.
Su sangre es tan menospreciada que da asco, mil veces las ratas, antes que ese fatídico error de la naturaleza.
