Editorial

Volver a la Nueva Normalidad – Y Aquí Empieza el Abismo

Volver a la Nueva Normalidad

Roberto Cardozo

Y Aquí Empieza el Abismo

 

Con la decisión del gobierno del estado de Yucatán de reactivar las actividades económicas en distintas fases, también se ha dado una alza en los casos positivos de contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, lo que ha llevado a la opinión pública a manifestarse en contra.

Todo esto de exigir el inmediato regreso a la fase previa pareciera tener sentido, dentro de las ideas de las personas que llevan la pandemia desde una posición privilegiada a través de la cual exigen medidas que suelen ser pensadas de manera egoísta.

Lo que me parece demasiado inocente, es que la gente piense que se abrirían los negocios y que la población debería continuar en casa. Piénsalo un momento, si abren los negocios, debió quedar implícito que también habría personas comprando, así que no tendría por qué ser motivo de disgustos o de reclamos, menos hacia la misma sociedad. Si hubiera algo qué reclamar, debería ser a las propias autoridades.

Menciono lo anterior porque al leer los comentarios en las redes sociales, todos responsabilizan a aquellos que deciden salir en estos días y no observan desde un mejor ángulo, que las autoridades han dado un permiso tácito al permitir las reaperturas de los negocios no esenciales.

En este sentido, lo único que nos lleva a pensar es que, como siempre, todos estamos pensando con una visión completamente egoísta, por lo que queda en evidencia que no estamos aprendiendo nada de las cosas que pasan.

El gobernador de Yucatán, en la tarde de este 25 de junio ha publicado un video en el que defiende su postura argumentando que las ocupaciones hospitalarias no rebasan ni el cincuenta por ciento del total de camas disponibles y habilitadas para el tratamiento de personas que den positivo a la prueba de Covid-19. En pocas palabras, hay reactivación previendo que habría casos nuevos y más contagios, lo que me lleva a recordar que desde el inicio, había comentado que parar un país es muy peligroso por todo el aspecto económico que conlleva esta acción. En ese entonces, observé que no me parecía necesario parar todos los sectores, sino que ralentizar un poco sus interacciones con la finalidad de que las empresas no se vean tan afectadas al mismo tiempo que se puede mantener el número de contagios en una cifra razonable

En fin, desde el primer momento todos debimos saber que estábamos cada quien por su lado para que se mantuviera una sana distancia y los protocolos de seguridad que cada uno pone en práctica, buscando como resultado el hecho de que la ola de contagios no fuera tan alta.

En otras palabras, la ola de contagios seguirá a la alza mientras no se agoten todas las medidas personales de seguridad y mientras no sigamos las propias para cortar de tajo con estos riesgos latentes en cada movimiento, mismos que no podremos saber cuando estemos frente a una persona que haya dado positivo al test.

A cuidarse todos, estamos solos ante la incertidumbre.

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