Palabras difíciles
Mariel Turrent
Siempre he tenido el complejo de no recordar los nombres de las figuras poéticas. Las figuras gramaticales, las semánticas, las pragmáticas, todas las he utilizado, sin embargo, cuando me hablan de ellas, tengo esa misma sensación que uno tiene cuando en la calle se encuentra con alguien y te dice: “Hola, Fulanita, ¿cómo estás? ¡hace mucho tiempo que no te veía!” y tú recuerdas su cara, pero no su nombre ni dónde te has topado antes con ella.
Así que, con la intención de recordar algunas figuras poéticas —cuyos nombres son más semejantes a palabras del Vademecum—, me propuse escribir un poema que hablara de ellas. A la mejor y así, logro acordarme de algunas.
Prosopopeya
Polisíndeton, lleno de nexos y enumeraciones
repetición y cohesión y unidad,
miraste con desaire a la dama azul que te desafiaba
Azul Asíndeton, lista más desprovista de aquel copulativo
te miró azul apenas de reojo,
abierta, incompleta, contraria, azul
La viste por única vez en la sala de espera
Ambos padecían sinestesia,
Esa variación que te provocaba
un gusto a menta cuando la observabas,
y a ella, siempre azul, percibir en azules
el sonido azul anáfora de tus redundantes conjunciones azules
Nunca lograste aproximarte a ella
Tus bolsillos repetidos y llenos y multiplicados
No te permitieron encontrar un reflexivo sumario
¡El decisivo epifonema en el que ella
reflejada en ti, viera eso que tanto le faltaba!