Editorial

RADIOGRAFÍAS – DESAGüE: un tentáculo con múltiples rompecabezas

RADIOGRAFÍAS

DESAGüE: un tentáculo con múltiples rompecabezas

NORMA SALAZAR

A Miguel de la Cruz y sus ávidos lectores

Desagüe del autor Diego Rodríguez Landeros es una obra literaria compleja donde vincula géneros como ensayo, narrativa y novela histórica, historiográfica por supuesto, observamos un trabajo arduo de investigación. Asimismo, incluye una vasta secuencia de momentos inadvertidos citadinos como sucesos relevantes. Su toque es innegable con un ambiente ficcional va en compañía  de un orden cartográfico. Discursos precisos sin perder las minucias del cuento o en forma de una novela corta. Desagüe, el título variable, un subsiguiente péndulo es el apoderado personaje de Dios y Escargot en los cuales son expuestos en la narración muy avanzada de la trama, Dios con sus conductas nada halagadoras; asaltante de combis y limpiaparabrisas un drogadicto (el nombre una perspicacia mordaz), los acontecimientos de este protagonista son por ende muy marcados ha pasado su vida privado de su libertad por diez años y  vive coloquialmente a salto de mata en un ambiente hostil, “a un costado de las vías del tren suburbano, a pocos metros de la estación Lechería”, déjeme reiterar el nombre de los personajes; Dios, obtiene su libertad, Escargot el narrador recreando encuentros precisos entre Indra e Ixtab (también Ixtab o Ix Tab “la de la cuerda”, Diosa del suicidio, esposa del Dios de la muerte, Chamer o Ah Puch en la mitología maya)

                                                        Ahí Ixtab inició su investigación acerca de

                                                        las construcciones preferidas por los suicidas, aquellas

                                                        que infunden zozobra y al mismo tiempo ofrecen

                                                        una promesa de salvación; estaciones del Metro,

                                                        puentes, atrios de iglesias, baños públicos.

                                                        Sin embargo centró la pesquisa en un edificio: la Caja

                                                        Colectora del Gran Canal del Desagüe.

 

Rodríguez Landeros, no escribe una novela sólo literaria, al contrario es un hibrido de muchas cabezas disimiles con armaduras de rompecabezas que sabe utilizar los géneros literarios, históricos, historiográficos, cartografías como averiguar el Sistema de Drenaje a su estilo entrelaza aquellos personajes con nombres específicos; Dios, Plástico, Ixtab, Escargot va trazando una línea ficcional con ciertos pasajes en el que se articulan manifestaciones discursivas que logra escribir en narraciones cortas o extensas que parecen en ciertos momentos que estuviéramos leyendo cuentos, también observamos que en ésta hibridación literaria  está presente una narrativa múltiple. La Ciudad de México se ha transformado como un mosaico a pasos de lo prehispánico, la época colonial y el mundo contemporáneo con sus avances y convulsas vivencias urbanísticas que cobija una historia de amor. Otro de los rompecabezas del libro Desagüe representa el entorno de los personajes como el de Indra, donde descubrimos a través de nuestra lectura una remembranza a Ixtab con su complejidad imprecisa y con el personaje de Dios asimismo el narrador. Indra afligido por el suicidio de Ixtab decide recorrer a lo largo del Gran Canal del Desagüe del Valle de México sólo para concluir su objetivo

 

                                “Pensó tener motivos válidos para recorrer la senda,

                                que sería el Gran Canal del Desagüe: comenzar en el

                                kilómetro cero y terminar en Zumpango. Una caminata

                                de varios días durante los cuales decidiría matarse,

                                como lo había hecho Ixtab en el túnel, o

                                simplemente no hacerlo. Una oportunidad para deliberar”

 

La Caja Colectora de Texiquiquiac el lugar donde Ixtab se suicidó  es un detonante de muchos otros acontecimientos hostiles donde reposan  restos de seres humanos, seres vivos que flotan en sus cauces entubados y rodeados de concreto.  Más rompecabezas narrativos y directos son los trabajos de investigación para este libro, me refiero a la historia de su construcción con sus funciones del Gran Canal del Desagüe desde los primeros cimientos coloniales hasta  los inicios del siglo XX sin olvidar los cimientos del periodo prehispánico y su propósito  del canal. La función es desaguar la ciudad, es decir, drenar las aguas lacustres, pluviales, manantiales y por supuesto las aguas negras. Déjeme enfatizar amables lectores en los personajes históricos-ficcionales se mencionan Porfirio Díaz, Eurico Martínez, Adrián Boot donde sus participaciones son en un hábitat dramático. La novela apunta revelar metafóricamente la presencia del monstruo que es la gran urbe apoyado por el ser humano.  En este punto hibrido en toda la novela con sus directrices puede ser atemorizante por la magnitud de la obra urbana, en sí, es un personaje con muchos tentáculos: una novela que toca el tema de la Ciudad de México como su espacio protagónico piramidal adentro de ella con un personaje emblemático como es el Canal donde extiende sus  brazos pluviales las historias alrededor de él, donde está cabalmente integrada la narración de principio a fin con un manuscrito heterogéneo del autor Diego Rodríguez Landeros que muestra los espejos nebulosos de las etapas sociales con sus pertinentes tiempos; sus avatares culturales y de convivencia, sus tradiciones y costumbres en ciertos territorios; los espacios territoriales que se notan muy  marcados en cada límite geográfico de las colonias circundantes, etcétera.

Termino ávido lector, la novela Desagüe posee otras dimensiones de análisis literario, crítico literario, sociológico, antropológico social, psicológico, geográfico, bibliográfico; temas de ingeniería, cartográfico más minucioso, sólo trastocamos pinceladas de ella con algunos temas, hemos comentado entre líneas directrices interesantes que competen a nuestra ciudad escrita con fluidez al tocar los momentos históricos y sus protagonistas que  nos transportan el paso de los años como se ha ido transformando, ésta gran obra hidráulica con sus acompañantes fijos y otros pasajeros acorde a sus tiempo ha dejado preñado en su memoria de muchos paseantes y habitantes momentos significativos. Enhorabuena a Diego Rodríguez Landeros por escribir una novela con muchas aristas.

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