Editorial

TANATOLOGIANDO – COMO PERDONAR

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA. L

COMO PERDONAR

 

El perdón es una cosa más de este mundo, el perdón no existe en otro plano de la vida, no es necesario, pero aquí en la tierra hay lecciones que Dios quiere que aprendas y gracias al perdón, no quedara ningún pensamiento rencoroso sin corregir, ya que él quiere asegurarse que  tu santo descanso permanezca sereno e imperturbable, sin preocupaciones en un hogar eterno, ya que él ha dispuesto que la risa remplace cada una de tus lágrimas y su hijo sea libre otra vez (del curso de milagros)

Pero como es necesario para recorrer el camino, pues habrá que hablar de estrategias que nos ayuden a logarlo, hay muchas técnicas hasta religiosas para hacerlo, pero algo practico les muestro aquí con la intención de que lo lleven a cabo y puedan liberarse las personas que les ata un sentimiento como éste que nos puede llenar de enfermedades y malos pensamientos.

1.- Identifica la emoción, toma conciencia de la acusación que te haces a ti o a otro.

2.- Asume tu responsabilidad, ser responsable de reconocer que siempre tienes la opción de reaccionar con amor o con miedo.

3.- Acepta al otro y suéltate poniéndote en su lugar y piensa que la otra persona también tiene el mismo miedo.

4.- Perdónate y date el derecho de haber tenido miedo, creencias, debilidades y limites que te hacen sufrir y actuar, acéptate tal y como eres sabiendo que esto es temporal.

5.- Ten el deseo de expresar perdón, imagina la escena pidiéndole perdón por haberla criticado, juzgado o condenado y estarás listo si esta imagen te evoca alegría y liberación.

6.- Busca a la persona y habla con ella pidiéndole perdón, si es posible.

7.- Has el enlace con un cordón o una decisión ante uno de tus progenitores y recuerda un acontecimiento similar que ocurriera en tu pasado con una persona que representa a la autoridad: padre, madre, abuelos, maestro, etc. generalmente será el mismo sexo de la que ahora estas trabajando el perdón.

Quizás estas etapas no tengan que ser rápidas sino con un lapso de tiempo entre etapa y etapa.

Cuando la herida es grande y profunda, el ego se resiste. El deseo más grande de tu corazón es hacer la paz y sentir compasión por el otro, pero si piensas, “pero porque yo tengo que ir a pedir perdón si fue el quien me ofendió” será tu ego el que habla.

No te preocupes por la reacción del otro, respeta su reacción y la tuya, nadie sabe lo que va a suceder, ya que si él no acepta tu perdón es que el mismo no puede perdonarse y ahí si ya no podrás hacer nada por él, y deberá hacerlo el mismo, quizás tu ejemplo le sirva.

El hecho de perdonar no quiere decir que estés de acuerdo con la ofensa sino que estas más allá de la ofensa y gracias a este perdón concederte más fácilmente el derecho de ser tú mismo, con tus sentimientos humanos.    

 

Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más

Oscar Wilde

 

 Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo

                                                                                                              William Blake

 

lauhipnosis@gmail.com

 

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