Herramientas literarias de sanación – Los cuatro acuerdos
El 1er acuerdo, “Se Impecable con tus Palabras”
Eduardo Aguirre
Con el permiso de sus rostros, de sus espíritus y del Universo les damos la bienvenida desde Cancún, su amigo Lalo Aguirre a su espacio de reflexión, “la lectura como medio de sanación”. ¡En donde encontraremos cualquier tema que sane o ayude a sanar por medio de la lectura!
Recordemos que estamos compartiendo e invitando al análisis de la información del libo “los cuatro acuerdos” del Dr. Miguel Ruíz. En nuestra pasada publicación tocamos el tema de “La domesticación y el sueño del planeta”, en ese caso es un modelo de visión de la cultura Tolteca. Sin duda un tema del pasado, de nuestros ancestros, pero que contiene información que hoy en nuestro tiempo nos invita a la reflexión, ya que la “domesticación” a la que se refiere sugiere que se trata de un tipo de “educación” o “adoctrinamiento” que funcionasen como entrenamiento para la vida en dicho mundo.
Me parece interesante el tema de “la domesticación” a la que se refieren, ya que en nuestra actualidad podría ser esto algo que tenga que ver con nuestra actual forma de aprender, de educarnos los unos a los otros. Recordemos que nos hablan también del “sueño del planeta”, el cual pareciera referirse a esto mismo, a la educación o la transferencia de información sobre las instrucciones para la vida en este nuestro mundo, la cual sucede pasada de uno a otro.
En lo personal creo que ahí hay un tema que todo ser humano debería hacer modificaciones, pues tal parece que la humanidad actual se está equivocando al llevar a cabo este delicado e importantísimo proceso de la transmisión de ideas, obviamente se debe también cambiar la sustancia de ellas e inclusive nos invita a revisar lo más básico y que damos por hecho que está “bien hecho” como lavar los trastes o hasta el educar a los hijos. Quizás nuestros modelos están equivocados, tal vez tengan que actualizarse, quizás desecharse.
Pero lo cierto es que requerimos re educarnos, como por ejemplo en esta publicación analizaremos la información que nos sugieren los ancestros Toltecas. Ellos indican “ser impecable con las palabras”. Nos indican que este es el acuerdo más importante y también es el más difícil de cumplir, pero que inclusive nos indican que de lograrlo se experimentará algo al que ser refieren como “el cielo en la Tierra”.
¿Por qué es esto tan poderoso?, porque constituye el poder que se tiene para crear, es “un don”. Mediante las palabras podemos expresar casi todo ya que la intensión se pone de manifiesto a través de ellas. Nos indican que no solo son símbolos o simples sonidos, sino que son una poderosa fuerza.
Este acuerdo es una herramienta importante ya que nos permite expresar los pensamientos, las ideas, las emociones y las visiones o sueños. La palabra es junto con la acción prácticamente lo que hace la magia de traer a esta dimensión lo intangible, pero se debe tener cuidado y tener mucha conciencia, ya que son como una espada de doble filo. Se puede crear el sueño más bello o destruir todo lo que nos rodea.
Nos indican que uno de estos filos es el uso erróneo de las palabras, en el libro nos sugieren un claro ejemplo del funcionamiento de este acuerdo al ser infringido. El ejemplo nos ilustra una escena de una madre amorosa y noble mujer que tenía una vida tranquila, su hija de apenas seis años le encantaba cantar. Un día la madre regresa a casa del trabajo y tuvo un muy mal día, pesado y estresante. Ella solo deseaba llegar a casa y descansar en silencio, sin embargo su pequeña hija se encontraba en su propio sueño, cantando y disfrutando de la tranquilidad del hogar. La madre en ese momento experimentaba una etapa de intolerancia y no pudo contenerse ya que los cantos de la niña la habían irritado.
Obviamente la madre explotó, enfrento a su pequeña hija con regaños, palabras fuertes, una voz desgarradora y con un altísimo volumen. El mensaje implícito era claro y evidente hasta para quien recién llega a este planeta, la madre le gritó una instrucción que a la letra decía así: ”cállate, cantas horrible y no quiero que vuelvas a hacerlo”. La niña al recibir tal mensaje de la persona a quien más quería decidió que lo que su madre decía era verdad, al aceptarlo, generó un acuerdo con su madre, pero sobre todo con ella misma. Y la niña jamás volvió a cantar por voluntad y gusto propio, creció y se volvió una persona tímida e insegura.
Las palabras, sobre todo aquellas acompañadas de intenciones y emociones específicas son más impactantes y tienen mayor afectación cuanto mayor grado de estos ingredientes es implícito. Esta mezcla produce un ingrediente que denominan “veneno emocional” y que efectivamente si este es usado en grado y frecuencia suficiente puede llegar a matar.
Primero que nada, debemos saber que las palabras son como semillas, crecen. Y que todas las mentes son fértiles, pero solo para la clase de semillas para las que están preparadas. Así que practiquemos nuestra palabra, pongamos especial atención a lo que decimos y obviamente a lo que pensamos ya que, aunque los demás no ven lo que pensamos, la vida si lo hace. Y se sabe ya que cuánticamente una mentira tiene un pequeñísimo porcentaje de probabilidad de que se manifieste a favor de quien la crea. La verdad siempre tiene todo el porcentaje relativo de que se manifieste si o si, se diga lo que se diga. Recordemos que la energía no miente.
Buen inicio de semana les desea su aventura literaria “la lectura como medio de sanación”. Les agradezco su tiempo y espacio por leerme, les mando un gran saludo cósmico, su amigo Lalo Aguirre el Dragón Planetario Rojo 101…
Inlakech