DESTIEMPO
CESAR ESPADAS SOSA
Querer tener el futuro
en nuestras fatigadas manos, mirar la lejanía vaga
con nuestros tristes ojos. Insostenible anhelo
de saber lo que se espera, angustioso gotear
de incertidumbre acumulada. Vano esfuerzo.
El futuro reside en el presente, también en el pasado oscuro, carcomido, abandonado
y por muchos olvidado. Descubrirlo es hallar una luz en el presente, es hacer renacer
el tiempo que murió
y que de nuevo vuelve.
MI VIAJE
Con la voz grave de Kavafis,
escuché en un reciente sueño
que el vetusto ceibo me decía: “El monte de tu pueblo
te sostuvo al nacer aquí, te vio correr y jugar
hasta llegar a ser un joven fuerte. Lloró cuando te fuiste,
un viaje que sin él, no hubieses hecho. Todo lo que tenía, te lo había dado.
Aunque era pobre cuando partiste, nunca te engañó.
Hoy regresas con triunfos, rico en conocimientos,
lo que te hará comprender cuánto te ama”.