Melisa Cosilión
Se derrite el tiempo de la noche,
los grillos de plata se confunden
entre las gotas de lluvia,
así llegan a la temporada de aguas,
así inundan su canto…
como si no les sobraran estrellas.
Así, convierto mis dedos en agua
y los dejo resbalar en caricias
que encuentran los lunares de tu espalda.
Enredando mis labios
en la espesura volcánica de tu boca,
sacudiendo mi piel mojada entre las piedras, yo lo sé:
tu voz se convirtió en quemante llama
cuando mi sexo conoció tu lengua.
Bastaría con que dijeras
que no te alejas porque me amas.
Pero soy tu última oportunidad
para el amor,
para enjugar tu sexo
en lágrimas de locura.
Yo no quiero que me crezcas,
no quiero ser fruta madura
que se estremece junto a su árbol.
Delante de mí muchas pieles,
muchas venas que dejaron sus sabores
en lo más profundo de tu cuerpo.
Y aquí me planto con mis mieles,
con la avena que ha traído
el ocaso en su visita.
No me sirve tu memoria,
no me excitan tus demonios.
Yo preparo así mi despedida.
Melisa Cosilión. (Texcoco, México, 1988). Egresada de la Ingeniería en Agroecología de la Universidad Autónoma Chapingo (2010). Ha publicado en las revistas literarias Salamandra (UACh, 2002), el poemario a dos manos Flor y tiempo con Enrique Cisneros “El Llanero Solitito” (2007); la revista Va de nuez (Guadalajara, 2011); así como en las antologías Mujeres en el Arte (México- España, 2015), Mujeres poetas en el país de las nubes (Oaxaca), Maya Cartonera (Chiapas) y con el Colectivo Entrópico de la Ciudad de México. En 2017 coordinó la antología Poesía desde la Coyuntura: voces para caminar. Publica el poemario Aguardiente con Ediciones Ave Azul (2019) y es compiladora de la antología Casa de los espejos (2020) con la misma editorial. Miembro del comité central del CLETA UNAM.