El animal del miedo
Juan Carlos Gallegos
La descripción del animal del miedo varía enormemente de región en región. Se habla de él como un simio grande, de pelo negro o rojizo, colmillos enormes y ojos luminosos; como una larga serpiente que puede ser de un color o de otro, venenosa o no; como un murciélago que gusta de beber sangre humana y que es blanco, transparente o invisible; como un canino enorme, cuyas fauces están pobladas de filosos dientes y que vive al acecho en las cercanías de los caminos solitarios; como un ser marino, con forma de pez, molusco, anfibio o reptil, que nada sin ser visto y pretende inyectar su veneno, rasgar la piel, morder o atrapar las extremidades de los nadadores; como un insecto o arácnido, que tiene el hábito de vivir entre la maleza, en los recovecos de las casas, para sorprender con su picadura los incautos dedos, o bien, puede subir a la cama por las noches, a buscar su alimento dentro de los oídos humanos. El animal del miedo es descrito como un ave, como un mamífero cuadrúpedo de grandes proporciones con o sin cuernos, como un humanoide peludo, eslabón entre el hombre y el simio, como un escorpión, como una medusa, como una mantis religiosa, como un ratón, como una cucaracha, como un gato o un perro.
El animal del miedo tiene muchos nombres y está extendido por todo el mundo: habita, sobre todo, cerca de los seres humanos. Esto es así porque, a pesar de toda su gran variedad de características y conductas, realiza una acción que siempre es invariable: se alimenta del miedo que sienten por él las personas. De ahí su nombre y la explicación al porqué de su supervivencia, tan extensa en el tiempo como la de nuestra especie.
Juan Carlos Gallegos (Guadalajara, México – 1983). Egresado de la Maestría en Estudios de Literatura Mexicana de la Universidad de Guadalajara. Autor de La rubia despampanante y otras microhistorias (Effictio, 2014) y Monstruos de bolsillo (La Tinta del Silencio, 2018). Algunos de sus textos aparecen en quince antologías de minificción (de México, Perú y Chile), una de cuento, una de haikú y una más de ensayo académico. Ha publicado ensayos sobre la minificción en La estética de lo mínimo. Ensayos sobre microrrelatos mexicanos (U de G, 2013) y Plesiosauro. Primera revista de ficción breve peruana. Ha ganado dos veces y ha obtenido cinco menciones en el concurso de minificción convocado cada mes por Alberto Chimal en www.lashistorias.com.mx