EL CAFÉ PENDIENTE
MELQUI PÉREZ
DESDE ESTE CAFÉ que tomo a solas,
veo el otro que nos espera,
evoco días que filosofamos con caricias,
palabra a palabra en desborde,
exceso de amor y de vida y muerte,
la libertad, el cansancio,
alucinaciones para limpiar la mirada,
debates pospuestos, el perfume pétreo,
la charla que se añeja.
Al paso de los días es más claro tu rostro,
me punza la piel, poesía a la puerta de la casa
con mi antifaz de Hermes sin paraguas
esquivando tus puños.
Más allá de lo inmediato, la carne,
su lenguaje cómodo y desparpajo ofrece misterios,
un gesto o camino que se descubre;
se hará el silencio para construir las palabras: te quiero.
La tormenta cala en el cuerpo,
vamos a callar, el viento ataca la lluvia,
juntos contra el mundo para ganar la vida
en la jarra de café, y sin miedo,
de que sea tu mano la que me tenga en su puño.
CON LA MUJER de allá
me hice de otra vida,
dormí alegre y desperté
el peor de mis días sonriendo,
construí versos-escudo,
cuentos-espada,
y me puse a vivir.
Sin ella, las tardes eran
pájaros escondidos,
cielos a punto de oscurecer,
triviales conversaciones,
horas desgastadas; hoy
son nubes y ruido y poesía.
Ella sigue allá, existe
tanto aire entre ambos,
tantas noches y versos y miradas,
kilómetros de silencio imposible describir.
MELQUI PÉREZ Nació bajo las faldas del volcán Tacaná, entre cafetales de Santo Domingo, Unión Juárez, Chiapas, México en 1985. Este destino es parte de su pasión por la bebida que de ello se disfruta, así la vida. Ingeniero Agroindustrial por la Universidad Autónoma Chapingo. Escribió para las revistas de la Universidad: Salamandra y Tzapinco durante su estadía. Obtuvo en 2006 el primer lugar en Poesía en el marco de la Universiada Científica y Cultural con sede en Chapingo. Colaboró en la antología “Jaime Sabines: 83* años, 83 poetas” editado por Coneculta, Chiapas.
Tw: @cafemarago