Estrangulado fue como perdió la vida el meridano Salvador Osmar López Manzanilla, de 31 años de edad, cuando estaba dentro de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán.
Así lo revela el acta de defunción expedido por el Registro Civil y los certificados elaborados por la Fiscalía General del Estado tras la necropsia y estudios realizados al cadáver.
El médico legista Guilbardo Antonio Carrillo Ku certificó la causa del deceso por asfixia mecánica por estrangulamiento, según quedó asentado también en la constancia de cuarto frío de la FGE expedido el 4 de noviembre, un día después del homicidio cometido por policías estatales.
Supuestamente, como parte del informe médico que consta en la investigación de la FGE, en el cuerpo no se hallaron residuos de alcohol u otras sustancias, aunque los agentes que participaron en la detención informaron que el ahora occiso portaba dos bolsitas de cocaína.
Hasta ahora la versión oficial de la SSP sostiene que falleció de un infarto, en tanto la dependencia estatal investigadora tampoco ha informado de más detalles técnicos y legales acerca del suceso, que fue la gota que derramó el vaso y derivó en la renuncia del fiscal Wilberth Cetina Arjona.
Por esos hechos, ocurridos exactamente hace una semana en el kilómetro 16.5 del tramo carretero Chicxulub Puerto-Uaymitún de Progreso como informó PRESIDIO, se abrió la carpeta de investigación H1/00024/2020, sin detenidos hasta el momento.
El expediente contiene un total de 253 fotografías donde se establece la presunta responsabilidad de nueve agentes de la SSP que tuvieron bajo su custodia a dos detenidos, uno de los cuales falleció como consecuencia de la tortura.
Son dos mandos y nueve agentes investigados: los comandantes Jorge Armando Albert Camargo (a) “El R-7”, encargado de la zona costera; José Matilde Tzuc Tzec, director del grupo “Dorado”; los oficiales José Israel Ruelas Mena “El Ruelas”, con clave “Dorado 1”; César Gabriel Sánchez Canul (a) “La gallina”, con clave “Dorado 13”; uno conocido como “El Tito” (“Dorado 7”) y dos más, de apellidos Sánchez Zapata y de apellido Herrera, entre otros.
Los agentes que presuntamente participaron en la tortura están, por el momento, en calidad de testigos y gozan de libertad. Los dos mandos policiales, según se señala, estaban enterados de lo que ocurría en el momento y también llegaron al sitio donde era torturado y posteriormente murió Salvador Osmar.
Para corroborar lo anterior se está en espera de que sean descargados y proporcionados los vídeos y audios de las patrullas asignadas al “Grupo Dorado” de la SSP, al igual que las grabaciones de las cámaras del retén en el mencionado tramo carretero.
Dos paramédicos de la misma corporación que llegaron para atender al ahora occiso figuran como testigos clave del suceso.
En círculos policiales dan por un hecho que fue “El Ruelas” quien lo torturó, según los testigos. Incluso esa noche y madrugada estuvo muy activo por la radiofrecuencia de la SSP.
Se prevé que la autoridad investigadora, así como el equipo legal de los familiares del fallecido, soliciten los reportes de la frecuencia de radio del día de los hechos.
Desde ayer circularon audios donde “El R7” amenaza a los elementos involucrados para que apoyen la versión que ha ofrecido “El Ruelas”, pues de lo contrario “los podría refundir en el bote”.
La razón –señalaron las fuentes que han sido amenazadas- es que Ruelas Mena funge como “cobratario” de Albert Camargo y “le sabe muchas jugadas a él y a Matilde Tzuc, por eso lo están defendiendo para que no caiga”.
También la encargada de Asuntos Internos de la SSP, Sulmy Sánchez Herrera, los tiene a todos bajo amenaza. Los testigos aseguran que los oficiales implicados estuvieron casi 24 hrs en su oficina siendo aleccionados sobre qué decir y qué responder.
Quien podría “librarla” sin problema es Albert Camargo “El R7”, pues a su camioneta el titular de la SSP, Luis Felipe Saidén Ojeda, no le tiene colocado cámaras, ni grabador de audio, tampoco rastreador GPS, aseguraron las fuentes a PRESIDIO.
