La cantante y guitarrista yucateca María Medina fue elegida, por unanimidad, para recibir la Medalla Yucatán, distinción que otorga el Gobierno de Mauricio Vila Dosal para reconocer a quienes han aportado al legado de nuestro estado.
La Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) invitó, mediante convocatoria, a personas físicas e instituciones públicas y privadas a enviar sus propuestas para seleccionar a quien, de acuerdo con sus obras, actividades científicas, artísticas, culturales o económicas, sea merecedora de recibir el galardón correspondiente al año 2020.
El cuerpo colegiado, integrado por la empresaria Ana Gabriela Cejudo Valencia; la presidenta del Centro Cultural Prohispen, María Margarita Díaz y Rubio, y el presidente emérito de la Sociedad Artística “Ricardo Palmerín”, Luis Ángel Pérez Sabido, se reunió a través de la plataforma Zoom y, tras un análisis y minucioso estudio de las cinco postulaciones recibidas, determinó de manera unánime otorgar la presea a Gladys Josefina Medina Hadad, conocida como María Medina.
El reconocimiento consta de Medalla, diploma y un estímulo económico, que debido a la contingencia sanitaria será entregado en fecha próxima en el Salón de la Historia del Palacio de Gobierno, bajo protocolos de seguridad pertinentes.
Para establecer su decisión, el jurado consideró la trayectoria de los nominados, especialmente en obras o actividades de los rubros señalados. También la capacidad de la persona seleccionada para otorgar prestigio y contribuir al desarrollo, fortalecimiento y progreso de Yucatán. Además de haber recibido reconocimientos nacionales e internacionales por las actividades realizadas en su ámbito.
María Medina nació el 19 de mayo de 1953 en Mérida Yucatán, desde temprana edad aprende a tocar la guitarra y, a los siete años, gana el concurso de televisión Estrellas Infantiles. En 1974, El Heraldo de México la designa La Voz de 1974 y apadrina su debut el tenor Pedro Vargas.
Es ganadora del premio a la Mejor Intérprete del Festival OTI de la Canción en 1983 con el tema “Compás de espera”. En 1977, ofrece un recital en Carneigie Hall y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le otorga la Medalla de la Paz. Un año más tarde, dobla al español la voz femenina de la película Bernardo y Bianca, de Walt Disney.
Tiene en su haber varias producciones discográficas como Simplemente te quiero, Mano a mano, Mi cantar es como el viento, Despacio y con ternura y A contraluz. Su retrato al óleo forma parte de la galería de intérpretes del Museo de la Canción Yucateca.
Se suma a la lista de personalidades que han recibido la Medalla Yucatán entre las que figuran Paco Marín, Gerda Gruber Jez y Margarita Molina Zaldívar, por sus contribuciones al teatro, a la plástica y al desarrollo social, respectivamente.
Eglé Mendiburu, por su carrera de más de medio siglo como actriz y docente, así como Effy Luz Vázquez López, pedagoga con más de cinco décadas en la educación. También destacan el pintor Fernando Castro Pacheco, el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, el poeta Ricardo López Méndez, el historiador Carlos Echánove Trujillo, el escritor Conrado Menéndez Díaz y la maestra Candelaria Souza Escalante.