Trabajadores jubilados y activos de Pemex bloquearon por quinta ocasión los accesos a la terminal de carga y distribución de la paraestatal, ubicada sobre la carretera Mérida-Umán.
Desde temprana hora, unas 50 personas se plantaron a las puertas de dicho edificio cuyas entradas y salidas fueron bloqueadas con vehículos para impedir el paso de las pipas que cargan y surten a estaciones de Yucatán y Quintana Roo.
Los quejosos insistieron en que Pemex no ha cumplido con otorgarles servicios de salud como marca la cláusula 089 de su contrato colectivo de trabajo, alegando que llevan 3 semanas sin medicamentos.
“Hay medicamentos, las bodegas están llenas solo que los hospitales que prestan el servicio subrogado no los dan porque Pemex no les está pagando. Nos están usando de rehenes para obligarlos a que se pongan al día”, denunció Serbio Rosado Aparicio, jubilado de la paraestatal.
El entrevistado reiteró que hasta ahora carecen de un servicio adecuado, además de que la situación ha causado el deceso de por lo menos 7 personas debido a falta de atención médica de calidad y otros 3 perecieron debido al coronavirus.
Anunció que él, junto con otros 2 afectados, iniciaron una huelga de hambre como protesta para la atención de los trabajadores.
De no haber una respuesta favorable a las demandas, bloquearán la terminal de carga de Progreso y mantendrán la protesta hasta que los acuerdos se cumplan de manera cabal. Dejó en claro que esta vez será la última que realizan esta acción.
El bloqueo de este día generó que más de una docena de pipas se queden paradas esperando cargar combustible, lo que, según sus conductores, significa una importante afectación para las estaciones de servicio, sobre todo para las de Quintana Roo.