El secretario de Cultura del Reino Unido, Oliver Dowden, este viernes pidió a Netflix que deje claro que la serie ‘The Crown’ —que narra la vida de la reina Isabel II— es «ficción», por miedo a que parte de los espectadores puedan confundir la trama con la realidad, informa Daily Mail.
«Es una obra de ficción bellamente producida, así que al igual que con otras producciones de televisión, Netflix debería ser muy claro al principio, es solo eso», afirmó Dowden. «Sin esto, me temo que una generación de espectadores que no vivió esos eventos puede confundir la ficción con la realidad», argumentó.
Se espera que el funcionario se dirija por escrito a la empresa de entretenimiento estadounidense para solicitar de manera formal que agregue al comienzo de cada episodio un mensaje en el que se advierta sobre este hecho.
«Están siendo manipulados»
La idea fue apoyada por Charles Spencer, hermano menor de la princesa Diana de Gales, quien afirmó que «ayudaría mucho a ‘The Crown’ si al principio de cada episodio dijera que ‘Esto no es cierto, pero se basa en algunos hechos reales‘, porque entonces todos entenderían» que la serie contiene partes ficticias.
La polémica surgió a raíz de una serie de «escenas inventadas», incluida la «falsa sugerencia» de que el romance entre el príncipe Carlos y Camilla Parker-Bowles continuó durante su matrimonio con la princesa Diana.
«Es bastante siniestra la forma en que [el guionista Peter] Morgan claramente está usando el entretenimiento ligero para impulsar una agenda republicana muy abierta y la gente simplemente no lo ve», opinó un amigo del príncipe Carlos de Gales. «Es una propaganda muy sofisticada», señaló, asegurando que los espectadores «están siendo manipulados».
Por su parte, partidarios de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher desaprobaron una escena en la que se ve a la mandataria pidiendo a la reina que disuelva el Parlamento para evitar que fuera cesada del cargo en 1990.
«Distorsionar la historia»
Al coro de voces contrarias se sumaron también dos comandantes de la Marina Real británica que lucharon en la guerra de las Malvinas, quienes criticaron a la serie por sugerir que Isabel II no apoyó a las tropas del Ejército de su país durante dicho conflicto.
En opinión del biógrafo real Hugo Vickers, desde el principio la serie de Netflix se ha propuesto «sensacionalizar y distorsionar la historia de la familia real», subrayando que su trama «está llena no solo de inexactitudes, sino de desviaciones claras y deliberadas de la verdad».
Asimismo, acusó a la producción de ofrecer una versión que busca mostrar a la realeza británica como «cruel y despiadada, una organización fría y disfuncional que no se detendrá ante nada para proteger a su líder, sin importar cuántos cadáveres caigan en el camino».
Emma Corrin, la actriz que interpreta a la princesa Diana, ha admitido que la controvertida cuarta temporada de la serie está «ficcionalizada en gran medida». Asimismo, indicó que ciertos miembros de la familia real británica representados en la obra son «personajes» creados por Morgan, detallando que sus guiones «son obras de ficción».
