EL SUEÑO DE LOS JAGUARES Y LA POESÍA
De Henequén y Piedra: Antología de literatura de la península de Yucatán
Gloria Chávez Vásquez
Ediciones Ave Azul acaba de lanzar esta colección digital de 82 páginas, que reúne la creación de 16 poetas mexicanos, de ambos sexos y diferentes generaciones, nativos o adoptivos, de la península de Yucatán. Se trata de un esfuerzo conjunto liderado por el poeta meridano, Gabriel Avilés y producido por E. Adair Zepeda Villareal.
La poesía es un bálsamo en tiempos de dolor y tormento físico y espiritual. Por eso esta antología nos resulta tan oportuna. Su título, De Henequén y Piedra, abarca tradición y cultura milenarias, representadas en un producto de la tierra, considerado el oro verde de la época prehispánica, y el mineral, base y ancla del arte precolombino. Su oficio combinado, es pues, crear y curar el espíritu y por tanto este colectivo de poetas eleva su palabra, para replicar el henequén y la piedra, tanto en la selva como a lo largo y ancho de la patria.
“Ediciones Ave Azul afirma “la libertad de expresión como parte fundamental de la experiencia humana y el arte”. En su carta editorial, escrita en “la esquina del mundo”, E. Adair Zepeda Villareal ofrece “un espacio para la divulgación de la literatura, la ciencia y el pensamiento”. Su manifiesto es clave, en una época en que la censura tecnológica amenaza erradicar el intelecto. De ahí que el objetivo de Ave Azul, de promover el diálogo entre artistas y sociedad, “completando así el círculo de la comunicación”, resulte más que una promesa, una esperanza.
Con esta antología se abre la discusión sobre el quehacer cultural de ese mágico rumbo que debe ser reconocido dentro de la vanguardia vigente en la sociedad: anuncia Zepeda V.
El poeta, periodista y gestor cultural Gabriel Avilés, escribe en su prólogo que la antología surge de la necesidad de aglutinar algunas voces de la literatura actual de la península. “Desde que se originó la idea supe que se iban a romper los parámetros establecidos ya que no solo se presentan escritores nativos sino aquellos que se han inspirado en la tradición literaria de la península”.
De otra parte observa que “el regionalismo tan arraigado en el siglo pasado ya no es una constante. Se ha diversificado como un vitral, o como un claroscuro, cuya finalidad es probar que los matices dependen de la individualidad del escritor”. Y agrega que los participantes, algunos de larga trayectoria y otros en formación, se unen en el esfuerzo de Ave Azul en mostrar poesía de calidad más que de cantidad. Con ello esperan convertirla en fuente para el estudio de la literatura peninsular.
Diversos son los temas, en los que se da la poesía de ensueño y la de elucubración; voces de humo y de llanto; aladas y musicales: Amor Infinito (Alegría Agosto); El sentido de la vida (Metzly De La Torre), La muerte y yo (Jose Luis Salgado); Soneto de un ave triste (Olivia Peón); Vivir Así (Adda Pérez Conde); Binturong (Liliana Garcia Lopez); Renacer en primavera (Daniela Olivares Arteaga); Horas y hormigas (Gabriel Avilés); Ave oscura (Waldo Madrigal Jimenez); Señor de la noche (Alan Luna); Ixtab (Caissa Janix); Perdurabo (Moisés Hernández); Los amigos de la infancia (Jorge Álvarez Rendón); Chetumal (Diana Compean); Viento Sur (Guillermo Almada); y el relato inspirado en la pandemia, El fulgor de las estrellas (Salvador Fernández Cención).
Lo importante como sugiere Avilés, es leer “sin prejuicios ni purismos” y para explicar el propósito de la poesía cita a un gran exponente de la poesía yucateca.
No hay más que deletrear,
Este soy yo
Un letrero en la espalda
Me marca para no perderme entre millones.
Yo
Raúl Renán (Yucatán 1928- CDMX. 2017)
De Henequén y Piedra es un testimonio de la forma de vida y de otro de los múltiples rostros de la cultura en el país. Sus propuestas temáticas son cosmopolitas y universales. La antología posee mérito y espíritu propio. Un equilibrio entre lo rural y la órbita capitalina y la nostalgia citadina con el remanente de la cultura Maya que se va decantando en la mayoría de los participantes.
Según Zepeda Villareal, es la respuesta a la pregunta del poeta Carlos Pellicer ¡897-1977), ¿Con qué sueñan los jaguares? “Escondido entre sus líneas el secreto del origen del mundo y la frontera, la de ellos con nosotros. Una activa comunidad de artistas con sus propias formas, sueños y nostalgias”. Estos poetas cuentan sobre el alma. La musicalidad, el peso de la tradición, el orgullo de ser y pertenecer. De reconocer y volver, de la mística, de lo espectacular y de la música en la rima.
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Planta de hojas radicales largas, triangulares, carnosas, terminadas en un fuerte aguijón, y flores amarillentas en ramillete sobre un bohordo central; es originaria de México; se emplea en la fabricación de fibras textiles y en la elaboración de pulque, mezcal y tequila.
Su producción no es costosa, y es aprovechada integralmente, debido a sus múltiples usos. El principal consumo es industrial, en la fabricación de cuerdas, sogas, sacos, hilos, etc. También se utiliza para la elaboración de artesanías como alfombras, tapices, tapetes y hamacas.
Pita, cabuya.