CIRCADIANOS
Melisa Cosilión
Cada día al despertar
permito que el sol naciendo
bañe mis lagrimales obstruidos.
Luego de regalarle a mi cuerpo
la primera toma de agua
vacío el estómago en cantos
de sus mariposas convertidas
en simientes oníricas.
El manto de mi estirpe
se despierta a mediodía,
mientras abro las piernas
al astro rey, para que ilumine
mi útero mágico.