Vagamundo
Letranías
Alan J. «El tosco» Luna Moreno
Las ciudades cayeron,
calles plagadas de miedo,
cesaron los tambores,
semáforos abandonados,
la guerra silenciosa acabó con el circo.
Montañas de estiércol,
en la cima
la mórbida gordura del payaso
se mofa.
En la fosa,
el mimo extiende sus manos,
mudo y triste pide compasión,
¡pide un taco!
lo pide… Con pasión.
El tiempo no perdona el reloj,
ni los bancos la amenaza.
El arte muere,
bolsillos rotos derraman lo que algún día fue,
los pinceles no cambiarán al mundo,
más valdría una cerveza en la mano y las caricias de una meretriz.
¡Ah cuánto odio a las madres! ¿De qué sirve la moral como herramienta de cambio si existe el alcohol y el sexo por doquier?
Entristece.
Alguien anhela un hogar y un auto nuevo,
se olvida el placer,
estar en un parque,
esta banca,
el diario viejo y la compañía de un perro solitario.
La ciudad duerme y la tierra se ahoga en sueños… inútiles.