Editorial

RADIOGRAFÍAS – Raúl Renán el pateador de San Sebastián

RADIOGRAFÍAS

Raúl Renán el pateador de San Sebastián

NORMA SALAZAR

 

Una y griega me une con quien me quiere

       y una o me separa para elegirme a mí, o a otro.

     No hay más que deletrear, éste soy yo.

       Raúl Renán

 

En su obra novelística Los niños de San Sebastián, Juan corta las flores, Serán como soles, el río de los años los pateadores de San Sebastián Raúl Renán nos transporta al pasado sin antifaces, escribe como fue su entorno infantil, sin reservas narra aquellos primeros años como realmente él lo vivió, escribe a su otro yo un protagonista muy sagaz a contra corriente para aquella época que le toco vivir, el yo narrativo es tan biográfico que no niega su cruda niñez; “sí Infancia es destino”, como lo confirma en diversas entrevistas que tuvo, aquí un fragmento de una entrevista que realizó Mauricio Uribe a Raúl Renán el 4 de diciembre de 2012 para Nocturnario

 

“Los recuerdos de mi infancia son muy duros, muy difíciles. Yo estaba muy bien

 con mi madre, estábamos mi madre y yo solos, y tenía que ir detrás de ella

cuando encontraba trabajo. Yo me quedaba con ella, pero llegó el momento

en el que ella ya no podía conmigo, no podía arrastrarme.

Yo tenía unos cuatro o cinco años, entonces, se acordó de unos conocidos suyos,

y me llevó a su casa. Les dijo: “Aquí les traigo a Raúl”. Ellos no tenían hijos.

Era una pareja de campesinos. Ahí me quedé definitivamente.

Andaba corriendo siempre. Había ahí un perro negro. Me compraron

una silla alta para la mesa y empecé a vivir en una nueva organización

donde el hombre era muy autoritario y ella también”

 

En sus narraciones permite revelar verdades de aquellos acontecimientos muy impactantes y significativos para nuestro autor emeritense, lo que no es visible, la otra verdad oculta. Su escritura narrativa un ejercicio de su memoria, la descarga de emociones guardadas, Renán escribe sus registros como uno de tantos que tuvo siempre presentes. En ciertos momentos de nuestras platicas privadas en casa, acuñó remembranzas que plasmaría en su novela el río de los años los pateadores de San Sebastián. El juicio final

                                    “Me fui a la calle con el cuerpo encorvado a causas

                                   de que el peso del castigo fue mayor para mi edad.

                                   Extenuado caminé arrastrando los jirones de la infelicidad”

 

Ahora bien, atentos lectores observar que la obra del publicista Renán muestra los estados de ánimo también selecciona con una racionalidad para fijar acontecimientos personificando al niño con sus vivencias y, su entender de aquellos primeros años: vuelve a recorrer su pretérito del yo quedo dejó en el armario de su mente.

Su pre-consiente muy importante de gran interés, refleja un enorme razonamiento en edad madura Raúl Renán a través de la literatura logra confrontar a sus fantasmas. Estudio de la naturaleza

                                   “Me senté debajo de un arbusto. Y oí, oí

                                   la extensión del campo. Sus espinos. Las nubes ocupadas

                                   en cubrir todo el azul posible.

                                   Oí. Me oí

 

Se despoja de toda carga de toda la sombra de acompañamiento y pesadumbre del silencio interno. Lectura imposible

 

                                   “La gente no es lo que se ve ni lo que se oye de ella.

                                   la gente es su silencio. Durante el silencio la verdad autentica

                                   emerge en los límites de la conciencia. Y es posible verla.”

 

El sentimiento de añoranza de esos primeros años de infancia que leemos en sus libros de narrativa tiene que ver con ese reconcomio de nostalgia, que sin duda tuvo que reflejarse con sus visitas constantes a su lugar de origen, donde vivió su niñez. La libertad de escribir y compartir en su literatura poética, cuentística en su novela en su edad adulta de Renán disfrutar tiempo después sus paseos por los barrios, el centro, en sí, su orgullo de ser Yucateco a pesar de los quebrantos, logró reincorporar a su otro yo consentir de mejor manera posible a su frágil ser humano.

Termino ávidos lectores han pasado 4 años que Raúl Renán paso a otro plano más apacible, en éste mundo terrenal nos dejó sin su presencia física, pero sí, nos regaló su vasta literatura esa obra literaria con sus respectivos géneros que pueden disfrutar, indagar, leer por placer, es de sus lectores y futuros lectores. Redescubran su literatura del Nohoch de la Ciudad blanca Raúl Renán.

FOTOGRAFÍA EN BLANCO Y NEGRO: BARRY DOMÍNGUEZ

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